Daniela Donadío fue 7 veces campeona argentina de ciclismo. Es mamá de dos bellezas, team manager de Imperial cord y directora de ExpoBici, la increíble exposición de bicicletas que, durante el fin de semana del 8 y 9 de noviembre, se realizó por segundo año consecutivo en el país. En esta entrevista, además de hacer una balance sobre esta nueva edición de la Expo, nos habla de su pasión por la bicicleta, del auge ciclista en Buenos Aires y nos da consejos a quienes andamos en dos ruedas.
Cuál fue tu primera bicicleta?
Mi primera bicicleta de competición, que es la que me acuerdo, fue una Francesco Moser que tenía mi papá y que me la regaló para mi cumpleaños de 15. Con esa empecé a competir. Italiana, divina. La tenía guardada y pensaba “No puedo tener una bicicleta tan buena y no competir” y empecé a entrar poquito a poquito y me terminé enganchando, y así estoy!
O sea, los éxitos deportivos fueron casi de casualidad? Te llegó primero la bicicleta antes que la pasión?
En realidad no, porque mi pasión viene de mi bisabuela. La generación de mi abuelo no, pasa a mi papá y mis dos hermanos. O sea, como que la pasión ya estaba en la sangre. Lo que pasa es que hace más de 20 años atrás, el ciclismo femenino no estaba tan difundido, no estaba tan bueno que tu hija fuese ciclista, por lo que mi papá prefería que yo hiciera otro deporte, no ciclismo. Por eso hice danza clásica, después natación, y a los 15 años yo quería competir. Un año tardé en que mi mamá me dejara competir, porque no quería saber nada. Hasta que me dijo “Ok”. Yo quería cambiarme de colegio, así que me propuso “Si vos seguís en el colegio, te dejo competir”. Y así fue cómo empezó la negociación.
Cuál es tu visión de la bicicleta urbana y la de competencia, respecto de la época en la que competías?
Bueno, son dos cosas diferentes. Iba al colegio y competía y entrenaba todos los días. Me despertaba 6.30, iba a la escuela, volvía 13.40, dormía 20 minutos para tener fuerzas y me iba a entrenar. Todos los días de mi vida. Solamente se descansaba un día a la semana, que podían ser los lunes, porque todos los domingos se competía. Y así viví casi 10 años, porque comencé a los 15 y dejé de competir a los 25. Por lo que, del lado competitivo es súper exigente. Y respecto del lado urbano, yo vivo a 20 kilómetros de Capital, así que vengo en el auto, con la bici adentro, estaciono por Palermo o donde esté, bajo la bici, y me voy a las reuniones en bicicleta, o sea en la ciudad me manejo siempre en bicicleta. Andar en auto es una locura, la bici te da la libertad de ser dueño de tus tiempos y no hay nada más lindo que sentir eso.
Qué bicicleta usás en la ciudad?
Mirá, tengo un prototipo que hice para una licitación, y me quedó ahí y que la amo. Está toda oxidada pero anda perfecta, y uso esa. No llama la atención para nada y anda muy bien.
En el libro Bici Zen se hace una analogía con David y Goliat, por eso de enfrentarse en bici con los poderosos colectivos, camiones y autos. Qué tips le dás al ciclista urbano para no chocar contra esos gigantes?
Primero de todo usar casco. Usar las bicisendas y sobre todo respetar las normas de tránsito, y respetar a la gente. No podés pretender que te respeten, si vos no respetás, así que hay que empezar por casa, respetando para que te respeten. Igual creo que hay un cambio de mentalidad muy grande, por lo menos del porteño, que empezó a entender que hay un ciclista y comenzó a asociarlo con el tránsito y eso me parece super importante. De hecho , hace 5 años había bicisendas y no había ciclistas. Hoy las bicisendas están con gente, ya los ves, y me encanta todo este tema del lookeo para andar en la ciudad. Veo a las chicas todas producidas para ir a trabajar, con vestidos, que yo por ahí lo veía afuera, pero no en Argentina, y me parece que está buenísimo, me encanta.
“Andar en auto es una locura, la bici te da la libertad de ser dueño de tus tiempos y no hay nada más lindo que sentir eso”
Cómo ves esta revolución de la bicicleta en Buenos Aires y cuál es la bicisenda que más usás?
La verdad que como vivo en Tigre, la que más uso es la de Libertador porque es la que me lleva al centro. Libertador y después me meto por alguna de adentro, la de Montevideo, y de ahí me voy para microcentro. Y respecto de esta movida de la bici, me encanta, imagínate que estoy haciendo una exposición de la bicicleta y ver este auge que hay con la bici. Yo nací con una bici bajo el brazo, pedaleé antes de caminar, o sea, que para mí todo este furor de la bici me parece fantástico. Amo la bicicleta. Por eso el año pasado dije, a Buenos Aires le está faltando una exposición de la bici porque hay un auge tremendo y la gente se cree que hay dos o tres marcas de bici y no hay más. Hay toda una gente nueva que no conoce y hay que hacerle algo y así ideé esto que es ExpoBici.
Cuántas marcas participaron en esta edición?
En total, unas 60, 70 marcas más o menos. Urbano, ciclismo de ruta, triatlón, accesorios, ropa, competencias, shows, hay de todo. El año pasado fue un solo pabellón y este año fueron dos! Crecimos el doble. La verdad estoy muy contenta, es un esfuerzo enorme, es un año complicado para el país con la economía, y que las empresas apuesten a esto fue un trabajo difícil. Sobre todo el año pasado que no conocían de qué se trataba, cómo lo explico qué es Expobici? Este año, al tener un antecedente exitoso creí que iba a ser más fácil, pero no sucedió, no fue tan fácil. Queríamos agrandarnos, y realmente el crecimiento fue increíble. Con marcas muy importantes como bebidas y bancos apoyándonos y apoyando la movilidad sustentable.
Cuál fue tu mejor viaje en bicicleta? Esa ruta que jamás se te va a olvidar.
El cruce de océano a océano por Chile. Salí de Chile y llegué a la altura de Puerto Madryn. Fueron 1.000 kilómetros en 9 días. Estuvo increíble.
Qué es #loqueva?
Lo que va es ser feliz, hacer las cosas que te gustan y que no tengas temor al fracaso. Es mejor intentarlo a no hacerlo y quedarte con la duda de no haber probado.
“#loqueva es hacer lo que querés, sin miedo al fracaso”. Daniela Donadío, Directora de Expo Bici