Lollapalooza: Día 1

El festival de bandas más esperado de todos los años volvió a causar sensación entre las multitudes.  El primer día arrancó con  un line up tremendo y con un show, cerca del cierre, que marcaría la noche, y sin duda, el resto del festival.

Con el sol tiñendo el cielo de  anaranjado y una brisa otoñal refrescándonos la cara, The Kooks, encendió el Stage 2 con Naive, uno de sus más grandes hits. El show de la banda británica era uno de los más esperados, y lamentablemente se superpuso con el del genial Chet Faker, pero entre ambos escenarios nos repartimos, en ese atardecer mágico en el Hipódromo de San Isidro.

Es la segunda edición de este gran festival de bandas (y de marcas), por lo que te encontrás con distintos espacios y activaciones, donde las celebrities  en modo chill se confunden entre anónimos lookeados, chicas listas para un cool hunting, excéntricos disfraces, stressados buscando 3G (o un poquito de wifi, por el amor de Dios!).  Lugares donde hidratarse, sector gastronómico, merchandise stores, espacios sustentables, el lugar para los más chicos, peluquería móvil y mucha energía festivalera.

En el stand de Chevrolet, la marca automotriz oficial de esta edición de Lollapalooza, nos subimos al modelo estrella del festival, el Onix, que al igual que el #LollaAr reúne diversión y música en un mismo lugar, gracias a MyLink que te permite sincronizar tu Smartphone para acceder a tus contactos, tu música y tus videos a través de su increíble pantalla touch de 7’’.

Otro de los grupos más esperados de esta primera fecha del Lolla fue Foster The People. Más relajados, y resignados a no tener señal en toda la noche, disfrutamos del show y bailamos con su suculenta variedad de hits indie-rock. A eso le siguió uno de los highlights de la jornada:  Robert Plant. Con un set list más asentado a su grupo actual, y un repaso por algunos clásicos de Led Zeppelin,  Plant se movió por el escenario para dejar hechizados todos con su magia intacta.

Ya para el final de la noche y en el stage 1, disfrutamos del inigualable Jack White. De los verdaderos rockers de esta generación, White es uno de sus mejores representantes. Enérgico e imparable, Jack produjo  una descarga musical profunda e intensa, y no contento con hacer a saltar a todos y aclamar su nombre, unió fuerzas con Plant para cantar juntos “The Lemon Song”, lo que indudablemente se robó la noche.

El final fue a toda fiesta, y en el cierre electrónico de la primera fecha de Lollapalooza 2015, bailamos los hitazos de Calvin Harris, olvidándonos del frío y prepárandonos para la segunda jornada #LollaAr

Juan Vethencourt.
Fotos: Sebastián Sassano

 

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