
Por Mateo Cianfoni
La marca presenta su nueva colección JIKANSEI, bajo la premisa de diseñar desde la temporalidad, no como una limitación, sino como un lenguaje.
Vestir es, para Agustina Arful, mucho más que una elección estética: es una forma de pensamiento, un acto de conciencia y una herramienta de diálogo entre cuerpo, entorno y tiempo. Desde Human Wear Solutions (HWS), su proyecto de diseño con base conceptual y visión expandida, propone una nueva manera de habitar el presente.


Formada como diseñadora de indumentaria en Buenos Aires y especializada en menswear en Central Saint Martins (Londres), Agustina construyó un enfoque interdisciplinario que cruza arte, moda, tecnología y crítica cultural. Su trabajo no se detiene en la forma: investiga materiales, explora temporalidades, repiensa los sistemas de producción y circulación de la indumentaria desde una mirada ética. Cada prenda que crea es una declaración, una narrativa tejida entre lo visible y lo simbólico.
HWS nace como una marca, sí, pero también como una visión que se posiciona en la intersección entre lo ancestral y lo que aún no existe. En ese cruce, Agustina propone colecciones que funcionan como manifiestos, piezas que no solo visten, sino que invitan a pensar, sentir y habitar de otra manera.


Su más reciente colección, JIKANSEI, toma como eje el concepto japonés que entiende al tiempo como una dimensión viva, no lineal. En estas piezas, el diseño se vuelve una forma de resistencia a la obsolescencia: se crean prendas pensadas para durar, para ser heredadas, resignificadas, vividas en múltiples ciclos. La temporalidad no es una limitación, sino un lenguaje que define formas, texturas y elecciones con profundidad.
En esta entrevista, Agustina nos habla sobre el rol del diseño en un mundo que cambia aceleradamente, sobre cómo vestir puede ser un gesto de rebeldía consciente, y sobre por qué diseñar desde el tiempo es también imaginar el futuro.


Este lanzamiento de colección viene de la mano de un manifiesto que marca un antes y un después para el proyecto. ¿Por qué creíste que era necesario hacer ese statement?
Sentí la necesidad de enunciar algo que ya venía gestándose desde hace tiempo. El manifiesto es una forma de ordenar una visión que atraviesa todo el proyecto: no se trata solo de lanzar una colección, sino de reafirmar una postura. Una forma de habitar el diseño desde el tiempo, lo esencial, lo que no sigue las velocidades impuestas por la industria. Para mí, era importante poner en palabras esta dirección que combina lo ancestral con lo que aún no existe.
En esta atemporalidad que proponen, ¿también diseñan pensando en su futuro desgaste?
Sí, absolutamente. Diseñamos pensando en cómo las prendas van a evolucionar con el cuerpo, con el uso, con los años. Para nosotros, la atemporalidad no es solo estética, es material y conceptual. Trabajamos con fibras que envejecen con dignidad, que se transforman sin perder su esencia. Las decisiones de construcción, los tipos de costura, los volúmenes: todo está pensado para acompañar un proceso de uso prolongado, donde el desgaste no sea una falla, sino una nueva forma de permanencia.


¿Qué no puede faltar en el desarrollo de una colección?
La estructura. Pensamos cada prenda como si fuera una arquitectura que se habita. En ese sentido, lo que nunca puede faltar es una mirada constructiva: cómo se sostiene la prenda, cómo se vinculan sus partes, cómo se transforma en el cuerpo. Empezamos por la moldería, por los cortes, por los ensambles. No diseñamos desde el ornamento, sino desde el esqueleto, desde la lógica interna que le da sentido a la forma. Después llega el gesto, el volumen, la emoción.
¿Podrías compartirnos tres referencias que hayan inspirado fuertemente la influencia de la cultura japonesa en la marca?
Más que nombres propios, lo que me inspira profundamente es la cultura japonesa como forma de pensamiento. Estoy aprendiendo el idioma y, en ese proceso, voy comprendiendo que cada palabra encierra una cosmovisión. No es solo una lengua, es una manera de mirar el tiempo, el silencio, lo esencial.
• Uno de los conceptos que más marcó esta colección es Jikansei, que entiende el tiempo como algo vivo, palpable. Me ayudó a pensar el diseño como algo que se despliega lentamente, que no necesita imponerse, sino permanecer.
• También me interpela mucho la noción de Ma, ese espacio entre las cosas, ese vacío que permite respirar. Es un principio que aplico tanto en las prendas como en la comunicación visual de la marca.
• Por último, la relación entre contemplación y artesanía que atraviesa la cultura japonesa en disciplinas como el boro, la caligrafía o el arreglo floral. Ese hacer repetido, silencioso, cargado de sentido. Una ética del detalle que está muy presente en Human Wear Solutions.




