Pensá en un objeto. Cualquier cosa que se te ocurra ¿Ya lo tenés? Genial, porque sea cual sea ese objeto podrías fabricarlo vos mismo. No, no te preocupes, no tenés que diplomarte en ingeniería industrial ni convertirte en un artesano experto… Sólo necesitas una computadora y una impresora 3D.
El boom de la impresión en 3D es tal que muchos lo consideran una “tercera revolución industrial”. Los entusiastas de esta tecnología están convencidos de que no tiene techo. Su funcionamiento es complejo y sencillo al mismo tiempo. Sin entrar en demasiados detalles técnicos, las impresoras 3D son capaces de crear un objeto en tres dimensiones siguiendo como guía un “plano” realizado en la computadora.
Hay diferentes tipos de impresión en 3D, dependiendo de la técnica que se utilice. Una de las más usadas es la impresión por superposición de capas, que funciona como la construcción de un edificio con ladrillos, poniendo una capa encima de otra hasta que conseguimos el objeto deseado.
Como dijimos al principio, los campos que pueden beneficiarse de esta tecnología son muchísimos: medicina, construcción, juguetes, adornos, joyas.
La gastronomía ya ha experimentado, utilizando como material para la impresión ingredientes comestibles y pudiendo crear formas espectaculares. No sólo eso, sino que un alimento puede reproducirse exactamente igual en cualquier parte del mundo, enviando la receta como si fuera un plano virtual.
En #loqueva nos fascina la moda ¿qué opinas de una línea de ropa diseñada y fabricada exclusivamente con impresión en 3D? Eso fue precisamente lo que hizo Danit Peleg quien creo toda su colección usando estas máquinas en su propia casa.
Los precios de las impresoras cada vez van siendo más bajos por lo que no es ninguna locura pensar en tener tu propia impresora en tu hogar y que el único límite creativo sea tú imaginación.