Muchos de los invitados me preguntaron ¿La fiesta es de día? ¿Qué pasa si llueve? ¿No hace mucho frío?
Llegó la hora, amantes de la noche porteña, de salir de las sombras y guardar los trajes de vampiro. Esta vez toca dejar que nos expongan los trapitos sucios a la luz de día. Se fue el invierno y llegó la primavera. (Aplausos) (Aplausos), porque no creo que haya estación más linda que esta. Pero vamos con calma, estamos a un día de recibir la primavera, y los ánimos comienzan a florecer con el clima, hoy el cielo está más azul que una canción de Cristian Castro, y si todo sigue así, esta fiesta será un éxito rotundo. Todos los elementos esenciales están alineados en sincronía.
A las 15:00hs comenzó lo que se denomina en Argentina un “Lindo Quilombo”. La fila para entrar era una serpiente larga y multicolor que se iba alargando a medida que pasaba el tiempo. En la entrada estaban filtrando. Hay de todo, chicas y chicos de todas partes del mundo, Argentina, Perú, Venezuela, Chile, Colombia, Francia, Italia, Alemania, Holanda, Canadá, Estados Unidos, en fin, la voz, el siseo, era una mezcla de todos los idiomas que en una sola voz que susurraba impaciente para sus adentros, “Let me Party right now come on”. Después de reírnos un rato de la espera con el chanchito de un chico que hacia la fila, y del susto que le dio al de seguridad, por fin pudimos entrar.
!!FUEGO, FUEGO!!
Punta Carrasco está que arde.
Los ritmos de Matías Sundblad, atizaban las brasas de la multitud que no paró de moverse un segundo. Los desiertos de arena blanca se convirtieron en un oasis de aguas dulces y el main stage era una sola corriente dominada por el ritmo. Mati la rompió de nuevo. Esta es una fiesta grande, hablamos de un espacio con capacidad para unas 1000 personas y un poco más. Lo mejor de todo es que no solo tenemos la pista al aire libre, sino tres rooms techados, donde se puede hablar con toda la tranquilidad del mundo y al mismo tiempo escuchar la música del stage. Es una sola onda. Hay mesas para sentarse, puestos de comida, áreas para jugar ping pong, y mete gol, y por si fuera poco, un buen sistema sanitario. El lugar está a reventar, y hay gente por todos los lados. Los que no bailan eléctricos en el main (creo que todos recordamos al pibe de campera roja, bailando en la tarima del centro), deambulan relax por las pozos del oasis derrochando estilo y glamour por donde pasan. Perros por aquí y por allá, niños con sus padres, en fin, que las imágenes hablen por si solas.
19:00Hs y Sundblad baja del podio abriendo la pista a Jay West, el clima esta delicioso, el sol ya no pica y está bajo en el horizonte tiñendo el cielo de anaranjado. Una suave brisa nos acaricia la cara mientras una explosión de papelitos plateados invade la vista al grito descontrolado de la audiencia pidiendo más. . Las pelotas rebotando entre el público frenético, la música, la fiestaa, todo por la fiesta….
Desde este punto en adelante creo que las palabras sobran, cada uno tiene su propia historia, su propia versión, sus risas y sus decepciones. Lo que fue de la fiesta es de ustedes querubines. (Comenten todo lo que quieran). Los que entraron, saben bien a lo que me refiero y los que no pudieron, pues relax, que esto fue el opening, Imaginen cómo será el resto de la temporada, falta mucho por curtir.
Texto: Juan Vethencourt
Fotos: Ale Zambrano