El jueves 2 de noviembre Malba inaugura México moderno. Vanguardia y revolución, una exposición organizada en colaboración con el Museo Nacional de Arte, México, que traza el desarrollo de las diferentes propuestas estéticas modernistas que tuvieron lugar durante la primera mitad del siglo XX en México. El recorrido está compuesto por un conjunto de más de 170 obras de más de 60 artistas representativos del período: Frida Kahlo, Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Leonora Carrington, Remerdios Varo, María Izquierdo y Rufino Tamayo, entre otros grandes maestros.
En la muestra se exploran las diferentes formas en que se construyó la identidad artístico-cultural mexicana en el mismo momento en que el país se constituía como Estado-nación. El muralismo, marca registrada internacional de la época, fue una parte importante, pero no la única, de una gran ebullición cultural. “Si bien el muralismo es un referente primordial del periodo, y la exposición incluye algunos ejemplos de pintura monumental transportable, buscamos también indagar en los múltiples mecanismos de interrelación y sinergia que se dieron entre las diversas manifestaciones culturales de la época. Por lo tanto, se exhiben propuestas emergentes de la literatura, la música, el cine y la cultura en general, que son vitales para la comprensión de las artes plásticas del periodo en un contexto amplio”, sostiene la curadora Victoria Giraudo.
Por tratarse de un lapso histórico breve y de problemáticas que se dieron en simultáneo, se presenta un recorrido por cuatro salas, agrupadas en torno a diferentes temáticas, preocupaciones y búsquedas artísticas. Estos módulos versan sobre la “modernidad cosmopolita”, la “revolución social”, la “cultura popular”, así como las “experiencias surrealistas”. A su vez, cada sala contiene un preámbulo compuesto por obras de artistas pioneros, herederos de las academias decimonónicas y que son un antecedente y una bisagra entre las propuestas artísticas entre los siglos XIX y XX.
Se exhiben obras de los artistas mexicanos, tanto los grandes maestros del muralismo como los estridentistas, los Contemporáneos, artistas independientes o solitarios, las primeras mujeres partícipes de estos movimientos, que pueden considerarse protofeministas por su participación e independencia dentro de este sector cultural, y, finalmente, los diferentes surrealismos que surgieron en México, que son prueba de que la vanguardia local no fue una mera imitación de las tendencias europeas, sino un espacio en el que se produjeron complejas transformaciones de características muy particulares.
México moderno. Vanguardia y revolución intenta mostrar cómo las influencias internacionales, lejos de opacar las culturas originarias, fueron vigorizadas por ellas, y absorbidas y deglutidas en un arte nuevo y potente.