Aunque parezca mentira, no se trata de un montaje hecho con Photoshop. Es una gata real, argentina, con 4 patas, bigotes y pelos como cualquier otro gatito, solo que Quimera (tal es su nombre) tiene su cara dividida en dos.
Es una gata carey con heterocromia -tiene un ojo de cada color- y además dos caras en una, de un lado es una gata negra con un ojo celeste y del otro, una gata naranja con un ojo amarillo. Según afirman los especialistas sería una hibridación genética de dos embriones en uno. Dos típos de ADN en un mismo gato.
Su dueño, el fotógrafo Estanislao Santos, afirma que con su mascota tiene una particular relación de amor odio. “Es tan hinchabolas como linda”, asegura. Y no deja de retratarla.
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