El cuarteto de Londres The Magic Numbers regresa luego de 4 años, con su nuevo álbum Outsiders, disponible desde el 11 de Mayo en formato físico y digital, el cual es el punto de partida de una gira mundial, que esperemos los traiga por el culo del mundo.
Outsiders es el quinto álbum de la banda formada por los hermanos Romeo y Michelle Stodart y los también hermanos Sean y Angela Gannon. El título describe el sentimiento de no encajar en ningún molde, algo distintivo en ellos desde su infancia.
Michelle y Romeo Stodart nacieron en Trinidad, cuando eran pequeños se mudaron a New York donde siempre fueron extraños, de adolescentes nuevamente se mudan a Hanwell, un suburbio en el extremo más lejano del oeste Londinense. Alli Romeo conoció a Sean Gannon, nacido en Londres pero de evidente pura cepa irlandesa, ahí deciden formar una banda e invitan a sus hermanas Michelle Stodart en bajo y Angela Gannon en teclados. Corría el año 2004, y se formaba The Magic Numbers.
Desde sus inicios sus personalidades y presentaciones en vivo les ganaron una base de seguidores leal, incansable y feliz que corean sus temas desde Londres a Buenos Aires. Ventas multiplatino desde su primer disco, a lo largo de su carrera, canciones como ‘Forever Lost’, ‘Love Me Like You’, ‘Love’s A Game’ y ‘I See You, You See Me’ se transforma-ron en clásicos indiscutidos del nuevo milenio.
Outsiders es instantáneamente un álbum cautivante y reconocible por sus melodías donde fluyen algunas de las in-fluencias musicales de la banda, tales como T-Rex, Bo Diddley, Howlin Wolf, David Bowie.
“Para nosotros, la música es todo”, dice Romeo. “Las canciones de rebeldía son sobre convicciones; sobre no conformarse con lo que se considera normal. Poner el corazón y el alma en algo que uno cree profundamente, es algo que creo es lo que distingue a las personas cuya colorida vida cae fuera de lo ordinario, por eso elegimos este nombre Outsiders.”
“Ahora es el momento de animar a las personas a ser ellas mismas, en vez de tratar de amoldarse a una etiqueta. Por eso las letras de las canciones tienen en común un sentimiento único: “somos todos bellos perdedores, estamos jodidos, pero tratando igualmente de encontrarle sentido a eso que somos. Siempre hemos sido extraños”