En un mercado drásticamente cambiado por el coronavirus, Apple presentó el nuevo iPhone SE de segunda generación, el modelo más económico de su línea de smartphones con un precio de 399 dólares en su configuración base de 64 GB de capacidad de almacenamiento. Su diseño sigue la línea del modelo clásico que mantuvo la compañía, con el sensor Touch ID presente en el iPhone 8, pero actualizado con la misma configuración interna de los últimos iPhone 11.
El iPhone SE de segunda generación lleva el mismo nombre que el iPhone SE original lanzado en 2016. Viene con una pantalla de 4,7 pulgadas y el mismo procesador que el teléfono más avanzado de Apple, el 11 Pro. Los pedidos anticipados comenzarán el viernes 17 de abril. Se espera que la entrega de los dispositivos comience el 24 de abril.
Carece del sistema de reconocimiento facial de Apple para desbloquear el dispositivo y en su lugar se basa en un sensor de huellas dactilares similar a los modelos más antiguos. Aunque el nuevo iPhone añade funciones como la carga inalámbrica y una cámara de alta gama, carece de conectividad para 5G, la próxima generación de redes de datos móviles.
El anuncio se produce en un momento en que Estados Unidos y gran parte del mundo sufre una grave crisis sanitaria y económica por el nuevo coronavirus. Apple realizó la presentación con un comunicado, en lugar de organizar uno de sus llamativos eventos de lanzamiento.
“Es increíblemente fortuito” que el lanzamiento ocurra en este momento, dijo Bob O’Donnell, analista de Technalysis Research. “Este es exactamente el teléfono que un gran porcentaje de personas querrá. Es difícil justificar un gasto de 1.200 dólares en un smartphone en este clima económico, pero aún la gente depende mucho de sus teléfonos y muchos querrán actualizarse”, dijo.
O’Donnell también indicó que el nuevo aparato servirá a quienes busquen un teléfono más pequeño y en países donde los consumidores no han podido acceder a los iPhones por su precio.