La estrella oriunda de Minas Gerais tiene fama de poner a todo el mundo a bailar: la euforia que irradia desde el escenario hizo que nadie se quedara quieto. Por su parte, la icónica fiesta queer argentina Plop! fue el complemento perfecto para la entrada en calor así como el afterparty.
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Pabllo Vittar es un fenómeno imparable a escala global. Después de verla en vivo, queda claro por qué: desde el primer momento en que sube al escenario con sus bailarines, el carisma, la energía y el compromiso con el show toman por completo al público para una experiencia de liberación a través del baile y de letras de reivindicación y empoderamiento.
Cerca de las las 20 hs, Av. Corrientes empezó a llenarse de colores a medida que iban llegando grupos de amigos con la mirada expectante por una noche de diversión sin igual. Glitter, maquillaje creativo, looks personalísimos, los fans de Pabllo Vittar iban contagiándose la energía que adentro se multiplicaría a niveles únicos. Dentro del C Complejo Art Media, el warm-up estaba en manos expertas: la Fiesta Plop!, ícono de la noche queer que pisa fuerte en Argentina desde hace casi dos décadas, fue la encargada de ir calentando los motores.
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Poco después de las 21hs, la iluminación del escenario bajó, un silencio se contagió desde las primeras filas de seguidores hasta las últimas y luego vinieron los gritos de emoción al ver a Pabllo Vittar salir a escena rodeada por sus bailarines con una intro sísmica. La fiesta empezó de inmediato: el puntapié inicial fue “Number One”, carta de presentación donde la artista proclama que la tratan de imitar creando clones pero que “no es de extrañar que yo sea la número uno” y da una muestra de su estilo de mezcla genérica sin fronteras, en un hit donde confluyen el funk carioca, el house, el trap e incluso el k-pop. Le siguió “Flash Pose”, el electropop de Vittar junto a la reina del hyper pop Charli XCX. Dos canciones y la pista ya ardía.
Luego de su increíble show en Lollapalooza Argentina 2022, Vittar había dejado a todos con ganas de un show propio donde pudiera hacer un setlist completo y eso fue precisamente lo que vino a hacer en esta visita. La noche incluyó interpretaciones enérgicas y con mucho baile de “Buzina”, “A Lua”, donde celebra sus raíces incorporando sonidos de la música de su país natal como el axé y el forró, y “Bandida”, uno de sus hits más coreados por todo el público.
Un respiro necesario para reponer el aire llegaría con la conmovedora “Disk Me”, donde se conoció el brillo de otra faceta de Pabllo Vittar. La canción trata sobre un amor fallido que insiste con reaparecer sólo para profundizar las heridas, y la artista se lució con todo el poder de su rango vocal.
Enseguida volvió a la tónica de noche de club con “Ameianoite”, hit que lanzó en colaboración con la también drag queen Gloria Groove y “Problema Seu”, con ritmos de la música popular brasileña al igual que “Amor De Que”, que vino a continuación y que fue el momento elegido para interactuar bien de cerca con sus fans, dando sobrada prueba de la conexión única y del enorme cariño que tiene con ellos.Luego fue el momento de los temas “Parabéns” y “Follow Me”, dos temas únicos en su repertorio, que fueron celebrados por todos los concurrentes.
La clímax del final vino con “Descontrolada”, su hit de funk pesado donde Vittar, sus bailarines y todos los fans dejaron todo en el baile final, que dejó la pista lista para el afterparty a cargo de la Fiesta Plop! para que nadie se fuera sin darlo todo. Después de presenciar el fenómeno de Pablo Vittar en vivo, se tiene la certeza de que nadie se va a su casa sin haber pasado por una transformación: una alegría reencontrada, una liberación, una sensación de celebración identitaria, un cuerpo cansado de bailar y una mente feliz de presenciar una energía tan positiva.