Desde su punto de partida en 2015, cada Artychoque tiene como faro el autoconocimiento como herramienta primordial para pensar lo que se comparte. Se trata de “colisionar” para potenciar y hacer crecer la creatividad, a través de cruces y choques de experiencias y vivencias desde diferentes ámbitos. Ni una fiesta ni un evento, sino más bien un proyecto de aprendizaje en constante movimiento, que invitó a experimentar viajes personales para generar una creación colectiva.
“Artychoque vol.3 fue un proyecto que reunió a bartenders, gastronómicos y artistas del universo Cynar que compartieron saberes relevantes acerca de la permacultura, la destilación y la fermentación, acompañados de algunas experiencias que hicieron referencia a los elementos: tierra, agua, fuego y aire”, señala Victoria Tolomei, Curadora de la marca.
La clave del recorrido Artychoque Vol.3 fue juntarse para pensar creatividad e identidad a partir de esos elementos. La Tierra se trabajó en Córdoba, a través del conocimiento del universo de la permacultura, el trabajo con huertas orgánicas y de sobrevolar las superficies serranas. El Aire tuvo lugar en Rosario y convocó a la transformación, intermediación y fermentación a través del aprendizaje acerca de las maltas, lúpulos, y procesos de elaboración cervecera artesanal que invitó a experimentar el proceso de fermentación y hasta dió la posibilidad de elaborar una cerveza con Cynar.
El último elemento, el Fuego, tuvo su sede en Buenos Aires a través de una experiencia que invitó al descubrimiento de la importancia del fuego ancestral y el rol que cumple este elemento en la destilación, la relación del alcohol y la astrología “neptuno”, además cada invitado pudo crear su propio trago con el destilado. Finalmente, en cada una de las tres instancias, los invitados recibieron su carta natal con conclusiones respecto a sus personalidades en función de la configuración astrológica: Uno en el universo como punto de partida para pensar qué, cómo y desde dónde creamos.
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En cada encuentro de este recorrido, el denominador común fue la creación y participación abierta, tanto de artistas como de invitados, buscando en todo momento romper con las formas preestablecidas y con el fin de potenciar el surgimiento de nuevas maneras de hacer y de crear una misma obra. “Lo valioso de todo este proyecto, es que finalmente lo generado en cada ciudad será compartido y transmitido desde la voz y el hacer de cada uno de los que fuimos parte de la experiencia. De eso se trata de difundir y compartir y en definitiva de volver a la raiz”, concluye Vic Tolomei.