Steve Jobs nos mira desde un mural, con una legendaria computadora Macintosh en una mano y un bolso colgando del hombro. Como si fuese un refugiado sirio escapando de la guerra, buscando un poco de paz, ha quedado inmortalizado en la más reciente obra del genial y misterioso Banksy.
El dibujo del fundador de Apple fue pintado por el enigmático artista callejero en el campo de refugiados de Calais en Francia, generando conciencia sobre la crisis que atraviesan los habitantes de Siria que buscan escapar de la guerra.
Según afirman, el padre biológico del genio que revolucionó la computación, Abdulfattah Jandali, emigró de Siria a Estados Unidos durante la década de los cincuenta, donde luego conoció a Joanne Schieble, la madre de Jobs. Ambos dieron en adopción a su hijo, quien fue criado por Paul y Clara Jobs, a quienes Steve reconoció siempre como sus “verdaderos padres”.