Se trata de un proyecto piloto que está programado para ejecutarse como una prueba limitada durante dos semanas en el parque Bishan-Ang Mo Kio de Singapur durante las horas de menor actividad. Pero si todo va bien, las autoridades considerarán expandir el programa hacia varios otros parques.
Como si fuese un capítulo de Black Mirror, un perro robot de color amarillo y negro y de nombre Spot tiene la tarea de recordar, con mensajes pregrabados, a las personas que están en los parques, las medidas de un distanciamiento social seguro para evitar la propagación del Coronavirus.
One of the creepiest and most dystopian things I’ve seen since the pandemic began: a terrifying camera-equipped remote-controlled robot patrols Bishan-Ang Mo Kio Park in Singapore to — for now — warn about social distancing. Look at the fear. Story: https://t.co/12QfT1mcyZ pic.twitter.com/hBGUhmC7N7
— Glenn Greenwald (@ggreenwald) May 8, 2020
Singapur tiene actualmente 21.707 casos y solo 20 muertos, un panorama que podría considerarse controlado si se tiene en cuenta su cercanía con China como territorio del sudeste asiático. De hecho, el gobierno de Singapur fue elogiado por sus rápidas y efectivas medidas como el cierre de fronteras y la creación de un sistema de rastreo para quienes habían estado en contacto con algún infectado. Sin embargo, a fines de abril se dio un alarmante y sorpresivo salto en los casos de 1.000 a 10.000 debido a un brote entre trabajadores migrantes con sueldos bajos que viven hacinados y que el gobierno había pasado por alto.
Desde este viernes, y con la intención de no dormirse en los laureles en la lucha contra el COVID-19, Singapur comenzó a probar este experimento de la empresa Boston Dynamics para mejorar la aplicación de medidas de control. El perro robot está equipado con cámaras para ayudarlo a estimar el número de visitantes en los parques. Eso sí, las cámaras no podrán rastrear ni reconocer a individuos específicos, ni recopilarán datos personales.