La pérdida de un amor puede hundirte hasta llegar a lugares desconocidos del dolor. Blackout es el momento en que se detiene el mundo para encontrarse uno mismo en lo más profundos de los pensamientos.
Hablemos de Blackout, ¿Cuál fue el disparador para contar la historia?
Como director venía haciendo videos de relaciones amorosas pero mucho más tiernas o naif, quería mostrar un lado más oscuro, angustiante, y meterme en la cabeza de uno de los personajes. Intentar mostrar el sufrimiento y el dolor, que te puede dejar una relación, o una pérdida. Quería hacer algo distinto a lo que ya se veía de mí, que siempre todo parece feliz .
Si bien el corto muestra en forma de recuerdo la etapa de enamoramiento de la pareja, donde todo es hermoso, lo que más hace hincapié es lo que le pasa al personaje en la soledad, en su ahogo, en la falta que le hace el amor, y como intenta refugiarse en situaciones o cosas que quizá tampoco le hacen bien y lo terminan arruinando.
¿Cómo fue trabajar el casting para contar la historia?
Quería contar una historia lo más cinematográfica posible, y eso tenía que tener mucho de real, por eso convoque a Franco y Delfina Rey, que son pareja en la vida real, eso fue increíble, porque necesitaba contar el amor desde la mirada, desde la confianza entre ellos, hay mucha pasión, y mucha cotidianeidad.
Los actores son mis películas. Luego está el personaje de Nikka que viene a reemplazar a Delfi, y quería buscara alguien parecida. Ella viene a representar un montón de cosas nuevas para él, y es una especie de Amélie, creo que tiene una belleza y una mirada única.
¿En qué referencias estéticas se inspiraron?
Los actores fueron mi gran inspiración. El corto nació de mis ganas de filmar con Franco, sus tatuajes, su personalidad, el video tiene mucho de él. Luego soy fanático de las locaciones, y son las que me marcan el mood de una escena, y tenía en mente un montón de lugares que quería filmar para darle vida a este corto.
Mis videos al no tener diálogos, las imágenes hablan por sí solas y tienen una fuerte impronta visual, si bien trabajo desde lo estético, este creo que tiene el plus de que está pasando algo fuerte, que atraviesa al personaje, y el espectador lo puede sentir e identificarse con su dolor y con su amor. Creo que todos pasamos por alguna pérdida, y me inspiré en ese momento también. Soy muy nostálgico.
¿En Blackout hay un magnífico trabajo en la edición, la fotografía y en la música, te involucrás mucho en estos aspectos?
Estoy en todo, pero también delego y trabajo con gente muy talentosa. Durante el rodaje trabajo con mucha improvisación y libertad, lo más importante para mí es disfrutar de ese momento y que todos estemos felices con lo que estemos haciendo, principalmente los actores porque el video es de ellos tanto como mío, básicamente porque son cortos muy independientes.
Luego el paso por edición, es entrar a jugar, yo sabía que el video iba a tener que ir y venir todo el tiempo, porque era contar toda la historia de amor, desde que se conocen, hasta el final trágico, todo lo que le pasa en el medio y de cómo sobrevive con esta angustia. A la editora, Daniela Benedetti, le pedí que trabajemos por escenas como secuencias cinematográficas, para que tengan fuerzas por si solas, pero a la vez cuando llegaba el final, quería un collage y vivir todos esos momentos con mucho ritmo. Creo que eso lo logramos, estoy muy contento con el resultado.
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Para la fotografía, filmamos mucho en interiores también, que te permite manipular mejor la luz, filmamos con una cámara red, y unos lentes vintage de cine hermosos. Pablo Desanzo es un gran director de fotografía, es muy talentoso, y por sobre todas las cosas me tiene mucha paciencia, y me enseña todo el tiempo. Yo nunca había hecho cámara en un corto, y Pablo me dio esa oportunidad, habla de su generosidad, me dejó tirar unos planos y para mí fue divertido! Quería que las escenas en exteriores tengan mucha naturalidad, que lo colores sean los más reales al ojo posible, pero si en los interiores, permitirme hacer algo más onírico y mágico y llenarlo de colores hace la diferencia.
La música se trabaja desde la edición con referencias para encontrar los climas, pero tengo el lujo de trabajar con Joaquín Otero, donde nos juntamos en su estudio y probamos cosas, y yo si bien no entiendo mucho de música, o a veces no sé qué instrumento usar específicamente, me dejo llevar por los sonidos y la emoción que producen. Soy muy sensorial y la música es un viaje, asique era encontrar el camino! Creo que desde la música pasamos por lo clásico, un toque de cumbia y lo pop.
¿Cuál es el objetivo del video y su distribución?
Es un corto para internet, a mí me gusta que mis videos lleguen a la mayor cantidad de gente. Que me sirva para mostrar mi estética y mi sello como director. Y también con el objetivo de que me llamen para trabajar haciendo esto que es lo que más me gusta. Estos videos son realizados con amigos totalmente independientes y con mucho amor y esfuerzo! Creo que con este corto termina un ciclo o empieza algo nuevo para poder entrar al mundo de la publicidad.
Alexan Sarikamichian, nació en Argentina. Estudio en la Universidad del Cine (FUC) y fue productor de más de diez cortometrajes: “La Donna” y “Pude Ver Un Puma” seleccionado para la “Cinéfondation del Festival de Cannes″.
Su experiencia en largometrajes como Productor Ejecutivo son “Juana a los 12”, “Paula”, “Juan Meisen ha muerto” y “El Auge del Humano”, películas que tuvieron reconocimiento internacional en festivales y tuvo la oportunidad de estar presente en el Festival de San Sebastian.
En 2016 se lanzó como Director después de años de solo dedicarse a la producción con el videoclip CHICOS, su primer Fashion film “Nadie hace el amor en soledad” y los short film COSMOS con más de 50 mil reproducciones , “Total Destrucción” y “FATAL”.
En febrero de 2017, NOWNESS , el canal más prestigioso en videos culturales publica los mejores trabajos de Alexan Films.