El sábado arrancó con grandes probabilidades de tormenta durante todo el día, pero la expectativa por el Buenos Aires Trap Festival, de la mano de Lauría Producciones y Brahma, ya era demasiada como para que el clima las arruinara. En una mega convocatoria, el evento reunía en un line up de lujo a artistas internacionales como Bad Bunny, Kidd Keo y talentos locales (y hoy por hoy, estrellas internacionales) como Duki, Khea, Cazzuu, Ecko, Lit Killah, Neo Pistea, Ysy A y más.
El trap demostró que las modas no son tan pasajeras y desde su boom en 2017 solo fue hacia arriba. Desde que Khea, Duki y Cazzu llegaron a todos los rincones del país (y del mundo) con Loca, este género musical que combina las letras del rap, con sonidos y arreglos electrónicos y ritmos que se abastecen del hip hop y también del reggeaton, no paró de sumar adeptos en el país. Surgió en la década de los ’90 en Estados Unidos, y ya sonaba en España y América Latina, por lo que acá no inventamos nada nuevo, pero esta camada de artistas creó, y hoy conforman, la escena musical del trap argentino.
El festival contaba con muchas actividades paralelas, hoy en día algo común en este tipo de eventos en Buenos Aires, como peluquería y maquillaje, pista de BMX, área de graffiti, y más, pero lo que convocaba era la propuesta musical. ¿Pero a quiénes convocaba? Esa es una gran particularidad sobre esta movida, porque su público es realmente muy amplio. En el predio se podían ver desde pre adolescentes acompañados por sus padres y madres, adolescentes en grupo, pero también a jóvenes y gente un poco más grande bailando al ritmo de los bajos.
La pista empezó a calentarse con algunos artistas como Under MC, Nax King, FMK, y tuvo el primer gran momento con la aparición de DrefQuila, proveniente de Chile y coautor de Sin Culpa. Ysy A apareció más tarde en el escenario y le dejó la gente en llamas a Malajunta, para que Big Soto, de Venezuela, siga con la grilla a puro flow caribeño. Un gran acierto de la productora fue entender que este género musical comparte gran parte de la cultura con YouTube y otras plataformas, por lo que Coscu y el Demente fueron quienes se encargaron de hostear y conducir los breaks entre shows.
Neo Pistea apareció en el escenario cuando la lluvia no paraba de azotar al público, que poco le importó ya que vivió el show con pura energía, y el festival comenzó un camino ascendente que ya no podría frenar. Lit Killah propuso un pequeño momento de freestyle en su aparición, dejando en claro que en Argentina el trap tiene sus raíces en las batallas de free, y luego Dakillah hizo lo mismo, a pesar de ni siquiera estar confirmada en el line up.
Kidd Keo fue el primer clímax del día y brindó uno de los mejores shows de la tarde, sino el mejor. Desde España trajo flows muy variados, letras en inglés y un sonido diferente al que estamos acostumbrados en Argentina, además de una sobrada puesta en escena y una total entrega hacia la gente. Luego fue el turno de Ecko que tuvo su momento con Dorado, y le entregó la pista a Cazzu, una de las referentes femeninas de la escena. Khea y Ecko entraron a cantar con ella algunos temas, ya que una particularidad de este movimiento musical son la cantidad de canciones que comparten todos estos artistas ya que son muy comunes los feats entre ellos.
Khea dio inicio a la recta final y dejó sobre el escenario uno de los mejores momentos del día: llamó a Midel para cantar B.U.H.O, uno de los primeros éxitos del trap argentino, y sin previo aviso Duki entró corriendo al escenario (cayéndose) para cantarla con ellos, haciendo delirar al público. Algo que caracterizó a la escena del trap en el último tiempo fueron los beefs entre varios de los referentes de la misma, por lo que este tipo de cosas sirven para callar algunos rumores entre la gente.
Los últimos dos shows eran los más esperados por el público, y así se vivieron. Duki entró al escenario y la gente explotó, viviendo la presentación con total euforia de principio a fin. DrefQuila se le sumó para cantar uno de los temas del verano Sin Culpa, Khea hizo lo propio para She Don´t Give a FO y finalmente, Ysy A y Neo Pistea se sumaron para que Modo Diablo hiciera Quavo y su nuevo tema, Trap N’ Export, dejando todo servido para el cierre de la noche.
Bad Bunny brindó un show a la altura del artista de primer nivel que es, cantando temas uno atrás de otro sin frenar a descansar y sacando a relucir la gran variedad de hits que posee. Cantó Amorfoda a coro con la gente, rompió todo con Estamos bien, Mia, Solo de mí y Sensualidad, y amagó cantando una parte de Loca, ya que la gente la pedía a gritos, pero Khea, Cazzu y Duki nunca subieron al escenario y el esperado momento por la gente nunca ocurrió (¿por qué habrá sido esto?).
Mucha crítica reúne el trap en torno a lo musical, los arreglos de la voz con autotune y las presentaciones de los artistas que cantan sus temas sobre las pistas originales, y no son del todo falsas si nos basamos en los hechos. Pero poco parece importarle a la gente que ayer demostró apoyar esta cultura, y dar pruebas de que hoy por hoy tiene una llegada masiva como pocas expresiones artísticas en nuestro país.
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