Describirlo como “restaurante” es faltar a la verdad: la filosofía mens sana in corpore sano irradia de cada uno de sus rincones. Mauro Massimino, su chef y dueño, lo deja bien en claro en la primera página del menú: “Es parte de nuestra filosofía respetar los ciclos de la Tierra, a los que en ella habitan y utilizar alimentos puramente orgánicos o libres de agrotóxicos”.
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Nos acercamos a la sucursal de Gorriti 5657 en Palermo, reinaugurada hace unos meses, y su ambientación nos impactó. Maderas rústicas, hierro, hormigón y ladrillo por un lado, y por el otro un almacén con productos de elaboración propia y de productores seleccionados, ambos utilizados para la preparación de la carta. Todos estos componentes nos setearon de maravillas para iniciar la experiencia culinaria.
No nos gusta exagerar y tirar bombas desmedidas, pero de todos los lugares a los que fuimos, Buenos Aires Verde es el que más nos gustó. ¡Y miren que fuimos a lugares de calidad! Es que cada uno de los platos que degustamos estaban preparados con un cariño, una calidad y una precisión milimétrica. La utilización de productos de primera calidad se perciben a simple vista y el impacto visual de los platos, las tazas y cubiertos utilizados redondean una propuesta tan personal como única en esta ciudad.
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Comenzamos con unos rolls de masa deshidratada y alga nori, rellenos de vegetales de estación, queso de cajú, hongos deshidratados y tomates secos, acompañados de ensalada de hojas verdes con brotes, semillas veganas y crackers raw. ¡No me digas que no se te hizo agua la boca! Luego pasamos a la salchicas veggies y el tartín de “atún” (con guacamole, quínoa tabule, huevo vegan, remolacha y pepinillos, terminados con salsa teriyaki) y un tiradito de tofu a la plancha (con salsa oriental, mayonesa de chile, verdeo, cilantro y salsa teriyaki; sale con ensalada coleslaw con mostaza raw, miel y cajú tostado). Impresionante. A decir verdad, ya estábamos más que satisfechos pero nos dejamos vencer por la tentación y pedimos una lasagna rellena de vegetales de estación, tomates secos, olivas negras, queso, y ricota de castañas cajú, terminada con salsa de tomate. Acompañada de ensalada de hojas verdes, vegetales de temporada, brotes y semillas activadas). No nos alcanzan las palabras para describir semejantes maravillas y eso que no hablamos del postre: ¡chocolates casero!
Ustedes saben que no mentimos y que tampoco hablamos por hablar, pero de todos los que fuimos, Buenos Aires Verde es el que más nos gustó. ¡Volveremos pronto!