
Después de compartir escenario con Kendrick Lamar en toda su gira por latinoamérica, la dupla anunció un regreso inesperado al estadio que los vio despegar con BAÑO MARÍA hace poco más de un año. Cierre poderoso para la etapa latinoamericana del PAPOTA Tour, el show fue un regreso a casa con toda la experiencia y el músculo de un proyecto que juega en las grandes ligas.
El show de CA7RIEL y Paco Amoroso en el Movistar Arena —única parada en solitario en Argentina del PAPOTA Tour— tuvo el sabor especial de una vuelta completa. En el mismo arena donde presentaron, en agosto de 2024, BAÑO MARÍA, su primer disco con el que inició su ascenso global, la dupla mostró que aunque todo haya cambiado, la esencia sigue intacta. Producido por DF Entertainment, el show fue excepcional: divertido, preciso y emocionante de principio a fin.


El anuncio había llegado de forma inesperada tras su participación como invitados de Kendrick Lamar en el Estadio River Plate , una aparición histórica que marcó su debut en ese escenario y que coincidió, además, con el primer aniversario de su ya legendaria sesión de Tiny Desk. En medio de ese combo simbólico —River, Kendrick, NPR—, la dupla soltó una bomba: una única fecha en Buenos Aires. Las entradas se agotaron en menos de una hora.



Ante un estadio repleto de sus fans más fieles, CA7RIEL y Paco Amoroso, que subieron al escenario con sus ya icónicos outfits del Tiny Desk (cómo olvidar el estridente chaleco de corazones de CA7RIEL y la Ushanka rusa celeste cielo de Paco) desplegaron un show sobrado de hits, diversidad genérica, carisma y manejo escénico. “DUMBAI” marcó el arranque sin medias tintas, directo al corazón del universo sónico de BAÑO MARÍA, seguida de “BABY GANGSTA” y “MI DIOSA”, otros pilares del disco. Enseguida sonó la intro imposible de confundir de “A MÍ NO ”, un viaje a 2018 que hizo estallar a los fans de la primera hora en el único país donde el público entiende “no me llegan los Roca”.
Sin más dilaciones, llegó “EL IMPOSTOR”, el momento de adentrarse en PAPOTA, el EP con el que CA7RIEL & Paco Amoroso continúan expandiendo el imaginario sonoro inaugurado con BAÑO MARÍA luego del fenómeno de Tiny Desk. De ahí, y dejando en claro que la noche se planteaba como un recorrido completo, el setlist hizo una incursión en terreno de sus carreras solistas con “VIUDA NEGRA” y “MI DESEO” de Paco Amoroso, así como “SHIPEA2” y “BAD BITCH” de CA7RIEL. El regreso a BAÑO MARÍA se dio con “COSAS RICAS”, y el clima se volvió desfachatado con la aparición de la delirante “PIRLO”. A “RE FORRO ”, de PAPOTA, le siguió uno de los puntos más altos de la noche con el hit “LA QUE PUEDE PUEDE”.



La recta final fue una escalada sin respiro. “SHEESH”, “SUPERSÓNICO” mantuvieron el pulso alto con su fusión de intensidad electrónica y groove, mientras “CHINGA SPORT” de Paco elevó la temperatura y el multigenérico “POLVO ” (de CA7RIEL) llevó el clima de lo oscuro hacia la luz. En Buenos Aires más que en cualquier otro lado, tenían que tocar base, y a la noche no le podían faltar “MCFLY” y “COCA COLA», que desataron una fiesta caótica, que solo se intensificó con “OLA MINA”, “OUKE” y “CONO HIELO”.
Aún faltaba el golpe final. “#TETAS» y “DÍA DEL AMIGO”, hits de PAPOTA nominados a Canción del Año y Grabación del Año en los Latin GRAMMYs, llevaron la noche al clímax, con el público entregado en cuerpo y garganta. El famoso personaje Chad GPT apareció con su monólogo entre lo absurdo y lo brillante para presentar “ EL ÚNICO”. Y ahí sí, el cierre: distorsión, épica e ironía, para una despedida sin concesiones, con la potencia de un acto que no se guarda nada.

En las próximas semanas, CA7RIEL & Paco Amoroso volverán a subirse al PAPOTA TOUR con nuevas paradas en Estados Unidos y Europa, en lo que será su segundo desembarco del año en ambas regiones. Austin City Limits, III Points Festival en Miami, el Bataclan en París, Columbiahalle en Berlín, Paradiso en Ámsterdam, entre otros escenarios icónicos, los esperan con entradas agotadas y públicos atentos. En noviembre serán protagonistas de la noche de la 26.ª Entrega Anual del Latin GRAMMY en Las Vegas, con 10 nominaciones que los convierten en los más nominados después de Bad Bunny. El proyecto sigue creciendo, mutando, cruzando fronteras. Pero lo de anoche en Buenos Aires fue otra cosa. Porque podrán corearlos en todo el mundo, pero en ningún lado se canta tan alto como en casa.

