Arquitecto, artista visual, fanático de la gráfica y del comic, Fernando Molina proyecta en la Galería de Artlab la potencia de su trabajo audiovisual concentrado en una muestra titulada Caligrafía. En la tarde/noche de inauguración, presentará en vivo un set A/V preparado especialmente como correlato escénico de la muestra cuyas imágenes se verán sobre una pantalla cuadrada.
Quien haya visto una performance en directo de Molina, ya sea su solo set o el proyecto que comparte junto al compositor Esteban González, no ha salido indemne de la experiencia. El poderío de las imágenes del artista reside en el manejo del volumen de la información, la expresión gráfica, un persistente blanco y negro, el ritmo y la aceleración. Explosiones informativas de lenguajes contrastantes se regulan en su estética del azar y el movimiento.
Audiovisual digital de alto impacto que combina la forma geométrica, la disposición arquitectónica, el diseño gráfico, los sistemas de impresión, los cálculos matemáticos y las secuencias algorítmicas con elementos orgánicos provenientes de la fotografía y la captura callejera de video. La fuente original de la materialidad ancla en lo medible, lo calculado, lo racional y se combina con múltiples capas de información de materia orgánica, sensible y desorganizada. Esa es la tensión que plantean las obras de Molina que necesitan al espectador para completarse y disparar múltiples sentidos. La velocidad con la que los elementos se disponen -relámpagos de información, luces y sombras, figuras y abstracción, vectores y zonas opacas- fuerzan la percepción del espectador que parece intuir el sentido final que se escapa a cada instante entre formas que ya no puede determinar si las ve o las adivina en la vorágine informativa.
Fernando Molina a propósito de esta muestra declaró que siempre ha tenido “mala letra”, al reflexionar sobre el título de la misma, que hace referencia a una expresión sutil de espíritu humano. Podemos pensar que para Molina existe entonces algo así como una caligrafía audiovisual, una forma escritural de las imágenes. En ese orden de cosas, el artista presenta con desmesura el ritual de la palabra, la tinta y el papel, y lo proyecta en la pantalla contemporánea, digital, donde despliega enorme cantidad de recursos y procedimientos.
Inauguración: viernes 3 de mayo, desde las 18 hs
Roseti 93, CABA. Entrada gratis con reserva aquí.