Casa Tomada es la primera exhibición retrospectiva de Gaspar Libedinsky. La muestra, que reúne más de diez años de producción de este artista y arquitecto argentino, propone un recorrido inmersivo e interactivo por los salones, patios y jardines del Museo Nacional de Arte Decorativo.
Las obras de Libedinsky dialogan con la arquitectura monumental del Palacio Errázuriz Alvear, a la vez que generan espacios de cercanía e intimidad e invitan a reflexionar sobre los límites entre arte y diseño.
El Museo Nacional de Arte Decorativo (MNAD), una de las veintiséis instituciones que conforman la red de Museos Nacionales, se ubica en Avenida del Libertador 1902, en el barrio de Palermo. Su sede es el Palacio Errázuriz Alvear, una residencia construida a principios del siglo XX y declarada Monumento Histórico Nacional en 1997. Actualmente, es u no de los pocos palacios de estilo académico francés que puede visitarse de manera libre y gratuita en Buenos Aires.
El trabajo de Gaspar Libedinsky conjuga la observación crítica del entorno social con una capacidad de conceptualización y producción poco común. Mediante la reconfiguración de objetos y elementos simples, y a través de procedimientos formales que provienen tanto del arte como de la arquitectura y el diseño, propone una reflexión situada que apunta a señalar y repensar algunos engranajes micropolíticos de la sociedad en la cual vivimos.
¿De qué se trata Casa Tomada?
Casa Tomada se compone de mi producción como artista visual del año 2010 al 2022, y toda la producción está en abierto diálogo con el acervo arquitectónico, artístico y decorativo del Museo nacional de Arte Decorativo.
¿Con qué elementos están hechas las obras?
Bueno, las obras en Casa Tomada están hechas a partir de elementos domésticos, elementos muy simples, que a partir de hacerlos trabajar de forma conjunta generan transformación de lo ordinario a lo extraordinario.
Es así como los elementos cotidianos son revalorizados…
Una de las ideas fuerza que tiene mi obra es justamente, revelar el deseo intrínseco de los elementos por una vida más elevada, es así como el escobillón se transforma en pincelada, el trapo se transforma en prenda, o el plumero se transforma en avestruz.
¿Y tu arte tiene un mensaje sobre sustentabilidad y conciencia sobre el cuidado del medioambiente?
Mi obra en realidad no es prescriptiva, es decir, no tiene un mensaje cerrado, sino que es un círculo abierto, y que, a partir de cada uno de los espectadores, es que se interpreta la obra. Sin embargo, no es que haya un mensaje en términos de sustentabilidad, sino que hay una práctica en términos de sustentabilidad. Entonces el arrecife que vemos en la muestra, por ejemplo, está hecho 100% de plástico reciclado, esta es una intervención site specific y efímera, que después de haber sido generado este arrecife, yo le devuelvo estos 1.000 kilogramos de cerdas de plástico al fabricante de escobillón, para hacer 5.000 escobillones que podrán ser comprados en supermercados