Unas 300 personas son protagonistas de una ceremonia sagrada en el interior de una pequeña iglesia. “God is a DJ” parece ser el lema que los hace bailar hasta el amanecer en medio de flashes, mappings y monjas que deciden “cambiar sus hábitos”.
Este ritual pagano electrónico, y que tiene como venue una capilla, transcurre en Buenos Aires, más precisamente en una iglesia de Microcentro. Su nombre es Church Rave y el sábado 16 de mayo tuvo su segunda edición con un line up de lujo: Ivanoff (Venezuela – Danzería), LeiSure (Chino Martinez & Paipmaster Colloca), Kevin Veneth, Meter & Park, y el crew de Make. You. Dance. John Perez, Juan Arilla, & Luis Masi, ellos tres son DJs, productores y clubbers hace más de 15 años.
La pasión de los creadores de Make. You. Dance. es crear eventos únicos que amalgamen el arte, el estilo, la tecnología y la música para generar experiencias inolvidables. Make. You. Dance. es un grupo internacional de DJs, productores, bailarinas, y artistas visuales que nacen del sueño de crear una escena electrónica diferente y de calidad en Buenos Aires.
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¿Cuál es la energía que se siente al bailar en una iglesia? Es como un ritual sagrado o más bien pecaminoso?
Luis: La energía que se siente al bailar en una iglesia parte de varias cosas. En primer lugar, estamos en un lugar que fue utilizado para la realización de experiencias espirituales, y en cierto sentido, continúa siéndolo. Porque esta música y escena que compartimos y que amamos todos, es para nosotros una experiencia espiritual que nos permite trascender nuestro día a día. Y si, no podés ir al cielo sin cometer algunos pecados 😉
¿Cómo surge la idea de hacer una rave en una capilla?
John: La idea de las Church Raves surge de mi crianza en NYC. Durante el principio de los años 90s, NYC fue el centro de EEUU en cuanto al movimiento rave underground. Y por un tiempo, el epicentro de ese movimiento era un boliche que se llamaba Limelight en Manhattan, el cual era previamente una iglesia construida en 1844 en el estilo del renacimiento gótico. Las fiestas de Limelight eran legendarias, donde gente de todos los credos, sexualidades, países, y estratos sociales se juntaban a bailar en el marco de la Paz, Amor, Respeto, y Unidad (PLUR). Eso es exactamente lo que estamos trayendo de vuelta a la noche de Buenos Aires en este momento.
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Para quien nunca fue a una Church Rave, cómo la podrían describir?
Juan: Las Church Rave son algo nuevo y diferente que se inspira en el espíritu en las raves de NYC de los años noventa, donde no existe el concepto de VIP (somos todos iguales). El formato de la fiesta reúne a muchos DJs de lo mejor del under internacional y local, con sets de una hora, espectáculos de bailarinas vestidas de monjas que reparten ostias en la pista y una producción audiovisual que busca completar la totalidad de la experiencia. Es una fiesta en una capilla estilo gótico donde la conexión con el público es constante, donde todos se pueden subir a la cabina y bailar con los artistas invitados y divertirse junto a los organizadores.
¿Qué balance hacen de estas dos ediciones, cuáles fueron las repercusiones de la gente?
Luis: La repercusión fue increíble. La gente se encontró con algo totalmente distinto y le encantó. Su respuesta nos tomó completamente por sorpresa, y nos dimos cuenta que pegamos en una fibra importante. A través de las redes sociales, estamos en constante comunicación con la gente que nos sigue y nos dimos cuenta que se sienten parte de lo que queremos hacer. Un componente fundamental de esto es la música y la onda, con una cabina curada y bien pensada que hace bailar al público hasta el último beat, en un clima de fiesta que hace años no se ve en el under argentino.
¿Cuál es el público que asiste a la fiesta?
Juan: La gente que nos sigue es amante del under, que no busca propuestas comerciales sino propuestas auténticas y que agreguen valor a la cultura de la música electrónica. Es gente que se cansó de hacer fila, que la discriminen en la puerta, de la violencia de los patovicas, y la mala onda general de los clubes mainstream. Contamos con una pista internacional, con asistentes de Francia, Rusia, Inglaterra, Alemania, Colombia, y Estados Unidos, entre otros. Es gente que se quiere divertir sin miedo a que lo juzguen y ser libres, que viene a escuchar música que normalmente no se escucha en las fiestas argentinas.
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¿Qué opinan de las propuestas que existen hoy en electrónica en la noche porteña?
John: Buenos Aires es una ciudad con una noche vibrante. Es una de las principales razones por las cuales me enamoré de esta ciudad y por lo cual decidí quedarme a vivir acá. La gente tiene una energía increíble, y se siente el amor que le tienen a la música y la escena en general. Casi todos los fines de semana hay fechas internacionales de primer nivel, y la calidad de los artistas locales (tanto DJs como productores) es extremadamente alto. Es un lugar espectacular.
Habiendo dicho esto, creo que la industria de la noche es una mierda. Lamentablemente hay pocos jugadores enormes que no les importa un carajo la música y la producción de eventos de calidad para el público pagador. Nadie está haciendo cosas distintas, nadie está empujando los límites, es siempre la misma mierda – y lo que hacen, ni siquiera lo hacen bien.
El personal de seguridad te trata como ganado con actitudes reprochables, entradas carísimas, con largas colas para consumir en la barra e ir al baño. El sonido y las luces dejan mucho que desear, la mitad del club está vedado por el VIP y en la pista están todos ensardinados sin poder bailar tranquilos. Es desafortunado que estas marcas, lugares, y promotores continúen haciendo dinero con nosotros.
Lo que hacemos diferente es crear un ambiente de pura fiesta, sin boludeces. Todo lo que hacemos gira en torno a brindarle a nuestra gente la mejor experiencia posible. Nadie te va a molestar, podés sentarte donde quieras, bailar donde quieras, hacer amigos nuevos, abrazar a un extraño…. Esto es lo que necesita Buenos Aires, y es lo que les estamos dando.
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Tks 4 the pics Juan Afanador para Make. You. Dance.