El arte se ha convertido en un medio relativamente fuerte y creativo para transmitir críticas. Ya sea por la forma en que vivimos nuestras vidas, la forma en que “se hacen las cosas” en nuestra sociedad, o la forma en que abusamos del planeta (o abusamos unos de otros).
En un mundo donde una sola imagen puede contar mil palabras, y en el que la información se consume mucho más a través de las imágenes que del lenguaje, el arte resulta ser una forma efectiva de comprender el alcance de un problema y pedir un cambio. Este es el método que también eligió el artista e ilustrador Davide Bonazzi para criticar el mundo y la sociedad actual.
El artista combina los medios digitales con las texturas de los objetos reales para dar a sus imágenes un aspecto único y exclusivo. Cuando se le preguntó sobre la inspiración, dijo: “Creo que la inspiración está sobrevalorada: lo más importante para obtener buenas ideas es la concentración. Los ilustradores no tienen tiempo para esperar una inspiración, tienen que encontrarla. Cuanto más presiono mi cerebro y me concentro en el tema que tengo que ilustrar, mejores ideas obtengo. Esto dice que hay muchas cosas que me inspiran en la vida cotidiana, especialmente relacionadas con las artes visuales, películas, novelas gráficas, documentales, etc. “