Con más de 35 locales y 11 años de trayectoria en el país, el principal desafío de este proyecto gastronómico es mantener la calidad y el origen de la materia prima de sus platos. Consagrada entre los lugares favoritos de los argentinos, la clave del éxito de Le Pain Quotidien recae en la trazabilidad de sus productos, partiendo de ingredientes nobles y agroecológicos (sin uso de químicos ni pesticidas artificiales) que culminan en el paladar de los consumidores de forma rica, sana y consciente
“A pesar del crecimiento, buscamos cuidar el origen de nuestros productos y el concepto ‘from farm to table’ que nos caracteriza”, señaló Agustina Gutiérrez, gerente de marketing de Le Pain Quotidien en Argentina.
Le Pain Quotidien continúa con su plan de expansión. Próximamente desembarcará en el interior del país y del otro lado del Río de La Plata ¿A qué se debe el éxito que hoy posiciona a la marca creada por el chef belga Alain Coumont dentro de una de las más elegidas por los argentinos?
La marca se distingue por ofrecer una experiencia gastronómica internacional que combina distintos productos orgánicos y los convierte en platos caseros, frescos, nutritivos y saludables. Trabaja con diferentes productores del país; entre ellos, una huerta orgánica que cuida la salud el ecosistema y las personas, mediante la cosecha de hortalizas y verduras orgánicas de estación certificadas.
De esta manera, Le Pain Quotidien cuenta con un amplio menú para degustar y compartir en distintos momentos del día que incluye tartines, ensaladas frescas y sopas elaboradas con las mejores materias primas como protagonistas. Además, los comensales pueden elegir entre una gran variedad de propuestas vegetarianas y veganas.
Un poco de historia
Le Pain Quotidien nació hace tres décadas con la misión de proveer “el pan de cada día” y cumplió su objetivo con creces. Con tan solo cuatro ingredientes -harina orgánica, sal, agua y tiempo- supo crear distintas variedades de panes de centeno, trigo, multicereal y baguettes entre otros, logrando un pan con una corteza más crujiente, sabor pronunciado y una masa aireada y burbujeante.
“Hoy estamos produciendo alrededor de 1.000 kilos por día y tenemos ocho variedades de pan: trigo orgánico, semillas, multicereal, flauta de nueces y pasas, baguette clásica francesa de harina blanca, pan de campo, un pan especial que sólo se elabora los jueves y viernes, y semillas activadas, que es único en el mundo”, precisó el chef Charlee Mendoza, quien se desempeña como director de Alimentos y Bebidas dentro de la filial argentina.
El secreto de los panificados está en la elaboración y la cocción: “Nuestro pan lleva de 12 a 16 horas de fermentación y trabajamos sin levadura. Es amasado a mano y luego lo cocinamos en hornos de piedra refractaria que le otorga esa costra característica para que quede duro por fuera y blando por dentro”, explicó Mendoza.
En pastelería, en cambio, utilizan los hornos de piso y la cocción se hace por convención para que resulte más uniforme. Esto provoca que el producto se cocine al vapor, de manera más suave, y que reciba temperatura por todos lados.
“En el top de estas dos categorías están los panes grandes de harina de trigo integral orgánico y la croissant, una pieza hojaldrada crujiente 100% de manteca”, especificó Mendoza.
Le Pain Quotidien en el mundo y su adaptación a la identidad local
Actualmente, Le Pain Quotidien tiene presencia en más de 20 países y supera los 200 locales en todo el mundo. En ese ranking, la Argentina ocupa el segundo puesto entre los países con más tiendas en funcionamiento.
Pero eso no es todo: la marca también logró hacer historia con su propuesta gastronómica de impronta local, que hoy es replicada en las ciudades más importantes, y obtuvo importantes distinciones.
“Un 80% de nuestras recetas vienen de afuera y el resto se completa con un valor agregado típico argentino que influye en el proceso de selección de los productos, elaboración, armado y presentación”, señaló el chef Mendoza, quien también está al frente del centro de producción ubicado en Villa Ortúzar, desde donde se provee a todas las sucursales.
Argentina como exportadora de sabores al mundo
Las exquisiteces argentinas que ganaron terreno en los menús de otros países son la hamburguesa de quinoa, los huevos de campo benedictinos en pan brioche tostado con salsa holandesa y jamón cocido o serrano, los tartines de humus, plata o de queso provolone orgánico, la polenta orgánica con hongos y queso azul, y el croque monsieur vegetariano.
“Esta última propuesta fue elegida como el mejor croque a nivel mundial en lo que respecta a sabor, tamaño y textura. Si bien es un producto típico francés, le sumamos la pasión argentina y fue premiado durante una convención internacional que se realizó en febrero de este año, México”, precisó Mendoza acerca de ese bechamel de espinacas, zanahoria orgánica, queso ahumado y hummus.
Para el chef, la filosofía de la marca está en crear conexiones significativas con el consumidor, como si estuviera en su propio hogar, a través de platos simples y de calidad. “Tratamos de transmitirle a la gente que coma como en su casa pero fuera de su casa, en un espacio para relajar de la vorágine mientras disfruta de un pedazo de pan, de una bebida o de un plato casero”, indicó Mendoza, que acaba de aggionar el menú para darle más protagonismo a los platos otoñales.
De esta forma Le Pain Quotidien crea el éxito de sus menús: utiliza materia prima de calidad, prioriza los productos orgánicos y adapta cada propuesta al paladar argentino sin perder la esencia de origen belga.