Tras haber presentado los cortes Constitución, Chico Especial y Manifestación, y, luego de tres años de Piélago, su último álbum, Efecto Manjatan, la banda oriunda del sur de Buenos Aires, presenta PEZ BANANA, quinto trabajo discográfico y primero en su trayectoria realizado completamente en español.
Más allá de los horizontes propios de un disco, PEZ BANANA es, a la vez, un retrato de época cuya sonoridad envolvente e hipnótica sacude la modorra de la corrección política, de las frases de manual y de la música selfie. Por el contrario, asume ciertos rasgos de manifiesto con sutiles cargas de humor, de ironía, de poética noir y de nostalgia, todo ello en los jardines musicales que comparten el rock y el pop de sintetizadores, de guitarras y de bases híbridas en las que lo analógico y lo digital se fusionan de tal manera que resultan una suerte de alegoría de la relación entre hombre moderno y la máquina.
PEZ BANANA, título que apocopa y remite al cuento del escritor J.D. Salinger —ese que menciona la leyenda de un pez que habita las profundidades de una mente perturbada y es capaz de comportarse como un cerdo y de engullir bananas hasta contraer fiebre platanífera y reventar—, tal vez como guiño a la insatisfacción y a la voracidad derivadas (indecentes) del modelo híper consumista, es un álbum contagioso, con reminiscencias de renovado pop y post punk groovero: nueve canciones de encantadora amoralidad, de gloria y perdición urbana que funcionan como ventanas a un mundo con destino incierto.