Se suponía que el complejo residencial Qiyi City Forest Garden en Chengdu, China, iba a ser un paraíso verde para sus residentes, pero dos años después, el concepto de bosque vertical se ha convertido en una pesadilla.
En 2018, la idea de vivir entre docenas de plantas exóticas resultó muy emocionante para la gente de Chengdu, una de las ciudades más contaminadas de China, y en abril de 2020 se habían vendido las 826 unidades del complejo de jardines forestales de la ciudad de Qiyi. Cada unidad tenía hasta 20 tipos de plantas que crecían en el balcón y filtraban la contaminación del aire y el ruido de la ciudad. Sin embargo, en lugar de un paraíso urbano, el complejo de ocho torres parece una escena de una película postapocalíptica, con balcones invadidos por una vegetación en expansión y plagas de mosquitos.
Por razones que se desconocen, hasta ahora sólo 10 familias se mudaron al complejo residencial, lo que significa que nadie se ocupa de la mayoría de las unidades asignadas y los jardines de sus balcones. Fotos recientes muestran balcones virtualmente tragados por plantas, con ramas colgando sobre sus barandas. Para empeorar las cosas, los pocos residentes que se mudaron se quejan de que el bosque vertical descuidado se ha convertido en un caldo de cultivo para los mosquitos.
El estado actual del complejo del jardín forestal de la ciudad de Qiyi provocó un acalorado debate en las redes sociales chinas, con internautas que encuentran que es una buena idea vivir cerca de la naturaleza, mientras que otros citan preocupaciones de seguridad con respecto a las plantas en expansión y la plaga de insectos.