La carrera de Dolk comenzó en 2003 y ya se ha elevado para ser considerado como parte de la elite internacional dentro del movimiento de arte callejero. A través de los años, ha trabajado codo a codo con los mejores de sus contemporáneos y ha pintado en la mayoría de los grandes entornos urbanos de Europa, Australia y Estados Unidos.
Según afirma Dolk su proceso creativo comienza identificando una idea, una percepción personal o un comentario sociopolítico y luego desarrolla el concepto visual hasta el punto de crear una galería de símbolos. Realiza numerosos bocetos y luego deconstruye la imagen para identificar las diferentes capas, de las cuales se quitan los patrones de cartón.
Dolk explora el entorno de la calle para identificar una fachada que se adapte a la imagen, volviendo por la noche para ejecutar el trabajo. Las obras de arte callejero tienen, por definición, una calidad efímera. Uno no sabe cuándo desaparecerán de su entorno, y muchas imágenes han sido pintadas o desfiguradas.
Las obras de Dolk pierden esta naturaleza efímera cuando las realiza para galerías aplicando al lienzo esa misma plantilla. Las imágenes de la calle se ejecutan rápidamente para evitar su detección, mientras que las obras en lienzo requieren una preparación más prolongada. En el estudio, utiliza una técnica especial para crear una pátina envejecida en el lienzo antes de aplicar la galería de símbolos, dando a estas obras un carácter único.