Es, sin dudas, una de las grandes y más esperadas visitas del año. El próximo 2 de noviembre, el cuarteto estadounidense liderado por Mark Foster se presentará en el Estadio Obras.
El tercer álbum de Foster The People, Sacred Hearts Club, es una producción de 12 pistas que gozosamente flexiona los infinitos poderes creativos del grupo, fusionando neo-psicodelia, punk, funk, electrónica, danza y hip hop.
Reforzado por una gran variedad de canciones orientadas a groove, incluida la canción de título contagiosamente divertida SHC, el deslizamiento sintetizado de “Doing It For The Money” y el merodeado psicodélico de “Loyal Like Sid & Nancy” (completa con una pieza hablada que recuerda las memorables líneas de Gene Wilder en Charlie y La Fábrica de chocolate), la banda captó un ambiente paciente, “espiritualmente improvisado” en el estudio que marcó la pauta para todo el álbum.
La cohorte de gira de crianza y larga vida Isom Innis (él y Sean Cimino se convirtieron en miembros de pleno derecho este año junto con el miembro original Mark Pontius, con Cubbie Fink dejando la banda en 2015) combinaron sus formidables fortalezas artísticas y “persiguieron la música”. Las primeras semillas plantadas cuando salen de la carretera promocionando su álbum anterior, Supermodelo. “Iríamos al estudio en L.A. o donde sea que estuviéramos y empezáramos a escribir”, dice Mark. “La vibra del coro del verso fue una especie de nuestra regla hasta que comenzamos a hacer algo transformativo. Teníamos ese dicho: “no queda piedra sin mover”. Así que tomamos nuestras ideas de muchas maneras diferentes a través de un proceso de construcción y desconstrucción”.
El resultado son los ganchos indelebles de Foster, intrincadamente ligados a ritmos más fértiles y aventureros, los dos artistas canalizan progresiones de acordes cambiantes de forma sobre cascadas de hip hop, ritmos de explosión, ritmos de baile imparables y fragmentos de punk hardcore. “Queríamos comenzar con un lienzo en blanco sin saber a dónde nos llevarían las canciones”, dice Isom. Foster explica: “Nos preguntamos si queríamos que estos diferentes sonidos estuviéramos creando para interactuar unos con otros … o para separarlos, y mientras continuamos escribiendo, los sonidos comenzaron a acercarse nuevamente, se cruzan de una manera que parecía queríamos ponerlo en un solo registro. Los registros que más me emocionan son los que me llevan de paseo”.
Alistar a los productores Josh Abraham y Oliver Goldstein, Lars Stalfors, Patrik Berger y John Hill contribuyó a lo que Foster llama el “espíritu afín creativo” del álbum. También señala que el clima global polarizado es un catalizador hacia un enfoque más reflexivo. “Durante los últimos dos años sentí que me había despertado y sucedió algo que es trágico”, dice. “Un bombardeo, una cosa terrorista, una crisis de refugiados, la situación política con Trump, con las filtraciones del DNC, Brexit, y el aumento del nacionalismo en todo el mundo, el racismo, la homofobia … Todas estas cosas pensé que estábamos evolucionando como los humanos parecen haber regresado con toda la fuerza. Para nosotros quedó claro que, como artistas, queríamos hacer algo que fuera alegre y unificador”.
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