En el marco de su impresionante gira internacional The Eras Tour, la cantante finalmente llegó a Argentina en una de las visitas más ansiadas de la que se tenga memoria. Así fue el memorable primer encuentro de la artista con las Swifties argentinas en el Mâs Monumental.
Que el show de Taylor Swift era un acontecimiento esperado como nunca antes era algo que sabía cualquier persona en Argentina. Su inminente llegada se comentó en todas partes, en los medios, en las redes, en las reuniones familiares, los espacios de estudio y de trabajo. Lo que nadie podía saber del todo era la dimensión de la magia de ese debut tan soñado, hasta anoche, cuando al fin se vivió el debut de Taylor Swift en Argentina con el primero de tres shows totalmente agotados en el Estadio River Plate con producción de DF Entertainment.
La espera para los shows de Taylor Swift estuvo imbuida de una mística muy particular que no tiene antecedentes, uniendo a las Swifties –así se llaman sus fans en todo el mundo– en una serie de rituales que nos hacen reflexionar sobre lo que implica ser fan de un artista y compartir ese fanatismo con otros. La organización en grupos para conseguir entradas y luego para conseguir un lugar cerca del escenario, la fabricación masiva de pulseras de la amistad (“friendship bracelets”) para intercambiar con otras Swifties durante los shows, y la búsqueda, confección y preparación de elaborados looks que representaran alguna de las eras de esta artista son sólo una parte de lo que significó la llegada de la cantautora más importante de la actualidad a la Argentina. Por eso ayer por la tarde, cuando se abrieron las puertas para ingresar al show, la emoción era total y absoluta.
Minutos después de las 19 hs, con el estadio ya bastante lleno por la avidez de las Swifties que se congregaron en los alrededores de River desde muy temprano, apareció en el escenario el cantautor argentino LOUTA para dar el puntapié inicial de una jornada histórica con “No te comas la peli”. El músico que hace poco más de una semana dio una serie de shows en Niceto siguió con “Quereme” en lo que fue un setlist de alta energía para acompañar el fervor que había en el aire. Después fue el turno de la cantante norteamericana Sabrina Carpenter, que ya abrió los shows de Taylor Swift en México y fue muy bien recibida por el público: las Swifties se preparan como nadie para los shows y hasta habían circulado setlists de México para que todas supieran las letras de las canciones de la telonera, que sumó muchísimas fans nuevas. Sabrina arrancó con “Read Your Mind” y luego siguió con su hit “Feather”. Dio un show de diez canciones que incluyó también “Already Over”, de su disco emails i can’t send (2022) y cerró con sus clásicos “because i liked a boy” y “Nonsense”.
A eso de las las 20.45, apareció en las pantallas gigantes un reloj para la cuenta regresiva. En medio de una ovación de proporciones épicas, hizo su aparición Taylor Swift, que se tomó unos momentos para absorber algo de toda esa energía incomparable antes de dar lugar al inicio del show. El espectáculo está dividido en diez actos, y cada uno representa una instancia de los casi veinte años de carrera de Swift. A esto se debe el título de la gira, The Eras Tour. Cada segmento tiene su propia escenografía, su propio vestuario y sus propias imágenes alusivas a un período de su proyecto, en una propuesta visual tan teatral como atractiva del que las fans son parte integral, dado que cada una va con un look de alguna de esas eras.
El primer acto corresponde a Lover, el séptimo disco que vio la luz en 2019, y arrancó con “Miss Americana & The Heartbreak Prince”, “Cruel Summer” y “The Man”, las tres canciones elegidas como introducción a este viaje por su discografía. Luego fue el turno de “You Need to Calm Down”, “Lover” y “The Archer”, que dieron cierre al primer bloque. El segundo acto es el de Fearless, ese segundo disco que cambió el panorama del country pop allá por 2008, y que incluye algunas de las canciones más queridas de la cantante: “You Belong With Me” y “Love Story” pusieron a los fanáticos a cantar en uno de los momentos más reminiscentes y emotivos de la noche.
El tercer acto rinde tributo a Evermore, el noveno disco, que salió en 2020 como un regalo para los fans con la idea de agradecer el cariño recibido y acompañarlos con música durante uno de los momentos más difíciles de la pandemia de coronavirus. El escenario se convierte en un bosque con árboles altos. Una de las canciones más coreadas de esta parte del setlist fue “Willow”. El cuarto acto está dedicado a Reputation, de 2017 y –como no podía ser de otra manera–, la favorita fue la pegadiza “Look What You Made Me Do”. El quinto acto se ocupa de Speak Now, el tercer disco que salió en 2010, y fue representado por la balada “Enchanted” y “Long Live”.
El sexto acto corresponde a Red, el viraje de la artista hacia un sonido más pop que lanzó en 2012, y que contó con hits indiscutibles que hicieron saltar a la fama mundial “22”, “We Are Never Ever Getting Back Together” y “I Knew You Were Trouble”. Durante el séptimo acto, dedicado a Folklore, de 2020, “the last great american dynasty” fue uno de los momentos más teatrales de la noche, con bailarines vestidos de época en trajes coloridos y una escena muy bien coreografiada. El octavo acto pertenece a 1989 y es una verdadera sucesión de hits que empezó con “Style” para pasar después a “Blank Space”, el himno bailable “Shake it off”, seguidos por “Wildest Dreams” y “Bad Blood”. El noveno acto fue uno de los momentos más importantes porque Swift tocó la guitarra y el piano en un pequeño set acústico que incluyó las canciones sorpresa “The Very First Night” y “Labyrinth”. El acto final es el de Midnights, que salió el año pasado, y pasó por algunas canciones de ese disco imprescindible como “Lavender Haze”, “Anti-Hero” y “Midnight Rain”. Para finalizar el set la elegida fue “Karma”, una canción poderosa en la que los fans lo dieron todo junto a su ídola cantando con ella hasta el final.
Después de este set de casi tres horas y más de cuarenta canciones de duración, la artista se despidió de sus Swifties finalizando así la primera noche del encuentro tan esperado. Acostumbrada a la pasión de sus fans en todo el mundo, Taylor Swift no daba crédito de cómo los fans argentinos viven su pasión por la música. El desembarco de Taylor Swift en la Argentina prometía ser un acontecimiento histórico pero no había forma de dimensionarlo hasta anoche: podemos decir que estamos ante un fenómeno cultural sin precedentes que al fin tuvo su primer capítulo en Argentina.