En una tarde en la que Julián Kartun pidió por la urgente separación de la Iglesia y el Estado, Wos anticipó el cierre de C5N, y Marilina Bertoldi sentenció “para vos Palazzo”, esta nueva generación de bandas dejó su huella en un Festival Buena Vibra que agotó entradas hasta llenar todo el predio del Malvinas Argentinas en una jornada para el recuerdo.
Desde muy temprano el sol acechaba desde lo más alto y prometía un clima ideal para la propuesta que el Festival Buena Vibra proponía en uno de los eventos más esperados del verano. Dos escenarios, un patio cervecero con foodtrucks, un circuito de stands y propuestas, y varias pantallas para poder ver los shows a la sombra.
Buena Vibra demostró que este nuevo circuito de bandas que oscila desde el jazz funk, pasando por un rock blusero y también indie, dejó de ser un circuito o un movimiento emergente hace rato, y ya se instaló como una arista más de la cultura musical de nuestro país.
Las más de diez mil personas que se hicieron presentes en la Paternal lo demuestran, pero no solo su presencia, sino la energía que hubo en el predio durante toda la tarde y la felicidad con la que se recibía a cada una de las bandas.
Ainda Dúo abrió la jornada para los valientes que se le animaron al sol más aguerrido y no dejaron pasar ni un rato para disfrutar todas las actividades que el festival proponía. Desde temprano sorprendió la innovadora, pero acertada, dinámica en cuanto a los escenarios: uno en frente del otro; sin shows en simultáneo, ya que, al terminar una banda en uno, apenas minutos después comenzaba otra en frente, por lo que con solo darse vuelta uno ya podía observar la nueva propuesta.
Valdes tomó la posta y encendió a la gente con ritmos frescos y de a momentos houseros, en un predio que poco a poco se llenaba de gente ansiosa por bailar. Bailar sola fue el clímax de su presentación, y luego de una gran actuación, fue el turno de Banzai FC. Como no podía ser de otra manera, uno de los momentos calientes del día fue cuando llamaron a Wos al escenario a tocar Protocolo para que luego el actual campeón mundial de freestyle, soltara unas rimas. Fiel a su impronta social y política, jugó con el Malvinas Argentinas diciendo que se las arrebataba a los ingleses, pidió por la libertad de expresión, alertó frente al cierre de C5N y se sumó al debate del talento femenino instalado por las lamentables declaraciones de José Palazzo “Si cierra Sara Hebe se pudre el partido, digo, por si ahí hay algún distraído que todavía piensa que no hay talento femenino”.
Las Ligas Menores tomaron su turno y se apoderaron el escenario con un ritmo rockero más álgido y un invitado especial de El Mató a un Policía Motorizado, que podría haber encajado a la perfección en el festival. Militantes del Clímax continuó con un show acotado en tiempo, pero no en energía: poco más de media hora les alcanzó para mover a toda la masa presente de un lado a otro al son de su groove y sus poderosas letras, que destilan métricas y rimas que hacen envidiar a más de un rapero. Mientras mucha gente se tomaba un respiro del calor en el patio cervecero y observaba el festival por una pantalla (una práctica un tanto millennial, pero totalmente válida para estos días que corren), Bandalos Chinos presentó varios temas del disco nuevo BACH, pero rompió el escenario con el clásico Vámonos de viaje dejando la vara energética del festival muy alta. “Para vos Palazzo” sentenció Marilina Bertoldi dejando en claro en donde debemos estar parados para defender a las artistas femeninas y a la cultura, para luego detonar un predio sold out con su guitarra y su voz.
Louta volvió a demostrar la conexión especial que tiene con el público en un show que apuesta más a lo visual y al espectáculo que quizás a lo musical, pero que nada se le puede recriminar en cuanto a energía y entrega, ya que literalmente hizo saltar a todo el mundo. El Kuelgue armó su propia fiesta, con un Julián Kartun que nos hizo delirar a todos de risa con sus intervenciones de stand up, trap y una puesta en escena envidiable.
Usted Señálemelo y su cover de Sintonía Americana de Los Abuelos de la Nada fue uno de los highlights de la noche, y todo quedó servido para quizás el plato fuerte del evento: Los Espíritus. Ya entrada la noche el rock, el blues y la psicodelia le dieron a la gente uno de los mejores shows del día, con un disco como Agua Ardiente que rompe todo escenario que toca.
Sara Hebe cerró con una propuesta combativa y guerrera, que apuesta a quemar todo y que volvió loco al público, que, a pesar de acumular cansancio de todo el día, no pudo dejar de mover las piernas durante todo el show. Una propuesta disruptiva y diferente, con un mensaje claro a la hora de concientizar: “le escribí un poema a los biologicistas” para luego sostener un cartel que decía “Basta de travesticidios”, mostrando que esta camada de artistas vino a contribuir a la cultura solo para unir y sumar.
No solo vemos que esta nueva generación de bandas explota cualquier escenario y lleva la cultura musical de Argentina a una nueva etapa, sino que hay un público joven sediento de este tipo de propuestas masivas. Luego de los desastres de Time Warp o del Indio Solari, ayer más de doce mil jóvenes se juntaron a disfrutar, disfrutarse y respetarse sin ningún tipo de disturbios, con una logística de producción que acompañó en todo momento y que estuvo a la altura de las circunstancias.
Con mucho glitter y lookeados todos a su manera, esta masa joven y hermanada se movió por todo el predio regándolo de respeto y buenas vibras. Quizás también con muchos reclamos en la boca, sintiendo a flor de piel que la sociedad que ven afuera no termina de representarlos.
Pero por suerte esta nueva generación vino para dar vuelta estas cuestiones, ponerlas sobre la mesa y moldearlas a su esencia. De a poco, pero viene. Y a paso firme, porque no la frena nadie.
