Globos aerostáticos que caben en la palma de la mano, zapatos que nos quedan enormes, sentirnos a punto de caer de un precipicio. Todo depende de cómo se mire, desde qué ángulo y con qué perspectiva se tome la foto. Para sacar fotografías con perspectiva forzada no se requieren conocimientos especiales. Lo único que necesitas es una cámara, amigos que te ayuden y que sean los protagonistas de la imagen, el entorno y el momento perfectos, y obviamente, mucha imaginación. Lo demás es probar y ver los resultados. Es un ejercicio súper simple y es #loqueva para trabajar la creatividad.
Ya de sólo ver estos ejemplos de perspectiva forzada, nos dieron ganas de salir a probar nuestras propias fotos. Desarrollemos el ingenio y hagamos salir esas ideas que están relajadas en nuestra mente pidiéndonos que las activemos. Recordá que muchas veces, sólo se trata de estar en el lugar correcto, en el momento adecuado.