Un timeline en el cine, la música y la resistencia absoluta.
La evolución es una característica imposible de evitar. Mejorar y adaptarse al paso del tiempo es el factor que divide el éxito del fracaso. Después de su creación en 1983, G-Shock ha innovado el mundo de la relojería en términos de diseño, materiales, funciones y resistencia.
En 1983, el mismo año en que “Star Wars: Episodio VI – El Regreso del Jedi” vio la pantalla grande, el primer G-Shock de la historia también vio la luz. Un reloj con pantalla digital hecho con uretano, material que le permitió a su creador, Kikuo Ibe, en aquel entonces ingeniero en Casio, desarrollar una estructura resistente a impactos. El diseño de los relojes poco a poco se fue amoldando al paso del tiempo e incorporó una variedad de materiales innovadores que le permitieron conservar la resistencia, pasando hasta por el metal para el MR-G 100 en 1996.
En 1989, al mismo tiempo que la secuela de Back to the Future llegaban al cine, apareció el primero modelo análogo digital: el AW-5000, que representaba un paso más en la evolución del gigante japonés de la resistencia al cambiar los dígitos por agujas.
Algunos años después, cuando en 1992 2Pac debutó como solista con el disco 2pacalips Now, la tecnología avanzaba a pasos agigantados. Parte de la evolución de G-SHOCK, para no sólo adaptarse a su tiempo sino innovar y marcar tendencia, fue la aplicación de una variedad de sensores miniatura que ahora son funciones imprescindibles de su ADN, pero en aquel tiempo fue un hito tecnológico poder consultar la temperatura desde tu muñeca.
Por esa misma época, cuando Snoop Dogg reinaba en las calles e imponía al estilo urbano una tendencia por los colores llamativos que lo diferenciaban de la multitud, se lanzó el DW5600C, descendiente directo del DW-5000C de Ibe pero revestido en un tono amarillo estridente que marcó toda una generación del street style, por ser la primera variación de color que se alejaba de los tonos negros mate que hasta el momento habían caracterizado a la marca.
Para finales de los noventa, cuando los Red Hot Chili Peppers se hacían famosos por su mítico single Scar Tissue, G-SHOCK incorporó la tecnología TOUGH SOLAR al modelo DW-9300J, un reloj con un mecanismo capaz de detectar la luz solar y almacenar energía.
El inicio del nuevo milenio trajo consigo bastantes adelantos tecnológicos que llegaron a la música pop como fue el caso del dúo de electrónica Daft Punk, que en 2001 posicionó a Francia dentro de la escena electro-pop tan característica del comienzo de siglo.
De la misma manera, G-Shock cautivó al mundo al lanzar el Antman GW1000, el primer modelo con un sistema de radiofrecuencia que mantenía la hora exacta adonde fueras, y se recargaba mediante energía solar.
Ahora, cuando apenas rozamos el cuarto de este nuevo siglo, G-SHOCK continúa en su inigualable camino de innovación con su último gran salto evolutivo: el lanzamiento del GST-B100, el primer reloj análogo con Bluetooth.
Sólo nos queda esperar el momento en que se lleve a cabo el gran sueño de Kikuo Ibe: llevar a G-SHOCK al mismísimo espacio exterior