Amsterdam le encontró la vuelta al problema de los chicles pegados en las veredas. Los reciclan y convierten en zapatillas. Se llaman GumShoe y se presentan, claro está, en color rosa chicle. Su suela está elaborada con unos compuestos reciclables llamados Gum-Tec, cuya composición incluye un 20% de goma de mascar, recolectada de las calles de la ciudad.
La iniciativa de las zapatillas GumShoe nace conjuntamente de la organización de marketing de la ciudad, Iamsterdam, el diseñador Explicit Wear y la empresa de sostenibilidad Gumdrop. El proyecto quiere servir para concientizar sobre el problema de los molestos chicles tirados por la calle, que en Países Bajos llega a 1.5 millón de kilos al año, y al mismo tiempo contribuir a tener calles más limpias.
Gumdrop es una empresa dedicada a reciclar goma de mascar para convertirlo en nuevos materiales que se pueden usar en la industria del caucho y plásticos. Según explican en The Verge, descubrieron que los chicles están hechos con goma sintética y que rompiendo sus propiedades se puede crear un nuevo tipo de caucho, igual de resistente que el caucho normal.
Los compuestos reciclables que se utilizan para hacer las suelas de las GumShoe se forman como gránulos, a los que se da forma posteriormente en la suela de la zapatilla. La suela, que por supuesto no es nada pegajosa, presenta la forma del plano de una ciudad.
Los impulsores del proyecto quieren que la GumShoe se pueda expandir a otras grandes ciudades, como forma para acabar con el problema de los chicles en las veredas. También están estudiando la posibilidad de permitir a los compradores de las zapatillas que reciclen y remplacen las suelas cuando lo necesiten.
El resto de la zapatilla está hecha de cuero y se podrán comprar a partir del mes de junio por unos 190 euros.