En un clima de fervor difícilmente comparable, este fin de semana Harry Styles brindó sus tan ansiados dos shows en el estadio River Plate en lo que fue la parada argentina de su gira mundial “Love On Tour”, con localidades agotadas. Esta gira que lo ha llevado por todo el mundo pone el foco más que nada en su último álbum de estudio, Harry’s House (2022), pero también trae las canciones del exitosísimo Fine Line (2019), que iba a presentar ante el público local en 2020 cuando las restricciones que impuso la pandemia obligaron a una postergación. Tras más de dos años de expectativa por ver al ídolo, la fiebre de sus fans dio que hablar en el tiempo previo a los recitales, con una comunidad de Harries -como se conoce a sus seguidores- que realizó acampes por más de seis meses y se preparó mucho tiempo para vivir la experiencia al máximo. La pasión que el artista (que además de músico es actor) despierta entre sus fans es de una magnitud tal que remite al efecto que producían ídolos como los Beatles en la cima de su carrera. Gritos de devoción, un coro permanente cantando cada canción hasta quedar sin aliento, remeras, boas de plumas, sombreros, looks de corazones y vinchas alusivas, carteles de todo tipo, lágrimas, risas: el show despliega un recorrido por su repertorio que supone a la vez un viaje de emociones entre sus fans.
Foto: Cata Almada
Styles, de 28 años, lleva una exitosa carrera que ya tiene más de 12 años en la música, y que, partiendo de su participación de la boyband británica One Direction, la ha trascendido ampliamente. Hoy por hoy es uno de los músicos más relevantes de la escena pop y marca el rumbo en el género renovándose y reinventándose. En vivo se luce con un show que es una experiencia de carisma electrizante desde el momento en que pisa el escenario y hasta el apagón final.
La apertura de ambas noches estuvo a cargo de Koffee, nombre artístico de la cantante, compositora, rapera, DJ y guitarrista jamaiquina Mikayla Simpson. Koffee se planta ante el mundo como la embajadora de un nuevo reggae con el que hace furor: su EP debut Rapture (2019) ganó como mejor álbum del género en los Grammy. Elevó la temperatura con sus excelentes canciones entre las que estuvieron “Pull Up”, de su último trabajo Gifted (2022) y “Toast”, de Rapture, con la que cerró su presentación. Koffee dejó un River lleno de energía luminosa que sentó las bases ideales para lo que vino instantes después.
Luego del show de Koffee, en un River colmado de expectativas, la espera se acompañó de una playlist para ir preparando el clima para el show que concluyó con “Bohemian Rhapsody” el clásico de clásicos de todos los tiempos de la emblemática banda inglesa Queen, con la que todos los presentes quedaron expectantes y con la mirada clavada en el escenario, intuyendo que la salida del artista era inminente.
El sábado, la previa del show coincidía con el partido de Argentina – Australia en los octavos de final del Mundial, que fue transmitido en las pantallas gigantes del escenario para que los fans no se perdieran de verlo. Tras el triunfo argentino, Harry Styles salió eufórico al escenario a festejar el resultado junto al público, que enloqueció al ver al ídolo celebrando a la selección nacional con pasión, agitando los brazos como un hincha más a pocas horas de su show. El domingo fue el turno de Inglaterra, el país natal del artista, en su partido contra Senegal, y Harry tuvo ocasión para otra celebración en un fin de semana donde tanto sus seguidores como él festejaron en vivo la alegría de sus respectivos triunfos.
Pasadas las 21 hs, los miles y miles de fans se unieron en un grito común cuando bajaron las luces y comenzaron a sonar los primeros acordes. Se trata de fans que debieron esperar mucho tiempo para ver a su ídolo, ya que debió reprogramar sus recitales -que originalmente iban a ser en el 2020- por las restricciones que impuso la pandemia. Harry Styles hizo su aparición sobre el escenario y arrancó el show con “Music For a Sushi Restaurant”. Los carteles de los fans sobresalían en la multitud agitándose de pura emoción. Hay algo muy potente en la relación del británico con sus seguidores: es famoso por hacerlos parte de su show. En su primera noche, luego de cantar “Golden”, el artista le habló a todo su público, saludando a los presentes en español y volviendo a felicitar a los argentinos por el triunfo en el partido Argentina – Australia, gesto que ovacionó todo el estadio.
Además de presentar canciones de Harry’s House, como “Daylight”, “Cinema”, “Keep Driving” y “Satellite”, Styles no privó a sus fans, que lo esperaron durante dos años, de éxitos de su repertorio como “Watermelon Sugar High”, “Matilda” y “Adore You”, que fueron coreadas por el público con devoción. Con un repertorio más que completo, el cierre llegaría con los bises “Sign of the Times”, “As It Was” y “Kiwi” que puso el punto final a una primera noche que no hizo más que confirmar el enorme talento del músico y el amor de sus fans argentinos. El sábado se vivió un momento especial cuando el artista reconoció carteles de fans que cumplían años ese día. Invitó al público a cantar el feliz cumpleaños con él y pidió que lo hicieran también por su hermana. Además, esa noche Harry les regaló a sus fans argentinos una interpretación de “Medicine”, canción que no suele incluir en sus setlists.