Las esculturas de desnudos de la antigua Grecia y la Roma renacentista son universalmente aclamadas por su capacidad de capturar las proporciones y esplendor del cuerpo humano. Pero el fotógrafo con sede en París Léo Caillard, cambió esta magnificencia desnuda con un toque contemporáneo del humor y la ironía.
Tal vez deberíamos hacer hincapié en la palabra ironía. En lugar de fotografiar el esplendor de la escultura desnuda, Caillard toma esculturas clásicas y las cubre con atuendos más adecuados a Bedford Avenue de Brooklyn o nuestro Palermo Soho que a la Roma renacentista: jeans, camisas, chaquetas, anteojos, todo muy hipster
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