Me habían hablado mucho y muy bien de Johnny B Good: de su comida, de su música, de su onda, de su calidad… Mucha gente me lo recomendaba pero nadie me invitaba, así que me saqué las ganas cuando visité su nueva sucursal del barrio de Palermo.
En la calle Armenia, entre Gorriti y Honduras, se erige el imponente local de Johnny B Good: con mesas estratégicamente ubicadas en la vereda, una vidriera enorme, un impactante cartel que tararea la gran composición de Chuck Berry (“Go Johnny go!”), luces led y recepcionistas divinas, lo antedicho se convierte en un combo imbatible para plantearse ingresar, ¿no? Afortunadamente no son sus únicos atributos.
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Lo primero que hay que decir acerca de Johnny B Good es que las porciones son para compartir. Posta, son e-nor-mes. ¡Éramos dos y la entrada de buffalo wings basket (canasta con alitas rebozadas, acompañadas de cazuela con salsa JBG y gajitos de limón) sobró! ¡Y encima habíamos encargado las bruschetta trío (bruschettas de pan de campo, acompañadas de ensaladita de hojas verdes con salmón ahumado, queso crema y alcaparras)! Nos pasamos de barderos morfando pero valió la pena: el salmón pocas veces lo hemos visto tan bien presentado y abundante. Como la re-quedamos con la entrada, pedimos un solo plato principal: Caesar’s Roll (tortillas de trigo rellenas con tiras de pollo, lechuga, panceta, queso parmesano, croutons y aderezo Caesar’s acompañadas de papas fritas caseras y cazuela con cheddar fundido). Felicitaciones al chef, la rompe. Si no entendiste, te lo decimos en negrita: en Johnny B Good los platos valen cada uno de los centavos que te pidan.
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Los tragos también la rompen: sabrosos, bien presentados, compuesto de bebidas importadas y con barra de autor. ¿Recomendados? AC/DC (vodka Absolut, frutos rojos, miel, jugo de pomelo, canela, bitter de lavanda y agua tónica), Good Zombie (Bacardí Carta Oro, Bacardí Carta Blanca, falernum artesanal, jalea de frágola, puré de piña y jugo de lima, presentado en vaso tiki) y el que la rompe toda es el Neil Young (Johnnie Walker Black Label, frutos rojos, pomelo gasificado, limas y almíbar). En la carta etílica sobran las opciones: cervezas Patagonia, Quilmes, Stella Artois, Corona…
Para lo último, reservamos lo que más nos llamó la atención (además de la infalible pulcritud del lugar): ¡Johnny B Good cuenta con DJ! Les podemos garantizar que tener un DJ ahí, musicalizando para vos y levantándote la temperatura a medida que pasa la noche realza un lugar que no deberías dejar de conocer.
