En su fantástica serie llamada La Diablada, la reconocida fotógrafa Gaby Herbestein captura en vibrantes imágenes una celebración popular que tiene lugar cada año en la provincia de Jujuy, un festival único para el que la población se prepara durante todo el año.
Según la cosmovisión andina, la naturaleza, el hombre y la Pachamama viven en perpetua relación como un ser entero: el hombre como alma, tiene fuerza vital, y también lo hacen las plantas, los animales, las montañas y todas las formas de existencia. El hombre es parte de la naturaleza misma, no pretende dominarla, sólo existe y coexiste como un momento de ella. La Diablada es mucho más que una danza de carnaval.
“Además de incluir la alegría y la oferta de un carnaval, tiene que ver con mantener viva una importante tradición local y asegurar que el traje del diablo, que ha estado presente por varias generaciones en la Quebrada argentina, continúe”
“Los trajes se inspiran en la iconografía andina y en las historias que nuestros abuelos nos han contado sobre el carácter mítico del diablo: gatos, lobos, serpientes, visiones, sueños, historias pasadas y presentes tienen un significado místico. Esto es parte de La Diablada donde todo va en el proceso de crear el traje que cada diablo mostrará durante los ocho días y nueve noches del carnaval “, cuenta Herbstein, quien viajó a Jujuy en febrero de este año para capturar esos ocho días y nueve noches, de los que podés descubrir más en su web.