Abriendo la temporada de fiestas de disfraces, el jueves 27 de octubre la marca de vodka Cîroc copó J.W. Bradley con una inolvidable fiesta en la que no faltaron los clásicos de Halloween: máscaras, pelucas, vampiros, telas de araña y los más desorbitantes disfraces. Karatekas, esqueletos, novias terroríficas y hasta racimos de uvas, fueron parte de los elegidos por los más de 150 invitados para destacarse en esta noche de brujas porteña.
Las puertas de Bradley se abrieron a las 23 y la barra los esperaba con una carta de tragos realizada por Cîroc especialmente para esta noche: The Sinner, Benevolent King, Cucumber Martini, Sea Breeze y Monsieur Poirot. Pasada la medianoche, cada rincón de J.W. Bradley remitía al terror más glamoroso y se movía al ritmo de la música de Tomás Fernández Sáenz. Los más osados se dejaron retocar por las make up artists presentes para agregarle más detalle a su look.
Calu Rivero fue una de las más divertidas y aprovechó para realizarse un divertido maquillaje de dos rostros y las hermanas, Sofía y Josefina Sarkany, no pararon de bailar haciendo honor a sus brillantes vestidos Charleston.