Con 31 años, Alejandro Gonzalez Fraga, que vive y desarrolla su taller en el barrio de Colegiales, hizo de todo. A los 16, cuando se dio cuenta que debía ganar su propio dinero, empezó a vender café en una tienda cercana a la casa de sus viejos. Pero sabía que podía más, entonces se metió como gráfico en un canal de noticias. Tres años más tarde, un amigo lo recomendó en un taller gráfico, donde comenzó el entrenamiento manual de las cosas. Aprendió de computadoras, pre-impresiones, retoque de imagen, desarrollo de piezas gráficas, plotter de impresión y corte, y mucho más. Recién el año pasado, y luego de casi 14 años de trabajo, pudo darse el tiempo y el espacio para madurar este producto de alta fidelidad conceptual y un desarrollo manual de impecable terminación.
¿Cómo nació la idea de hacer lámparas con tambores de lavarropas viejos?
El proyecto nació siempre con la idea de hacer algo propio de taller y no tener una oficina tradicional de traje y corbata. Yo ya había visto lámparas de techo hechas con tambores, pero las cosas siempre se pueden mejorar, así que ahí le di lugar a la intervención, al pulido y a la pintura, y así ya había logrado una gran diferencia. Después puse una en mi casa, donde vivíamos varios amigos, para ver que decían todos los que pasaban y ahí me dí cuenta que le faltaba algo, que había que mejorar el producto aún más y, probando, llegué al modelo tipo velador que es el que más fuerza tiene en Cultura Mono. Después se me ocurrió sumarle el sistema de LED con control inalámbrico, y que es el producto Premium de la gama.
¿De qué manera conseguís los tambores, cómo te llegan?
Los tambores los consigo recorriendo la calle. Me tomé el trabajo de hacer un estudio de los días, los barrios y los horarios que más lavarropas en calle. La mayoría son los que recolecto yo en la vía pública, pero también hay un porcentaje que me llega por gente que me conoce y que aporta a Cultura Mono, y en un porcentaje menor haciendo retiro de fundidos en domicilios particulares.
¿Cuál fue la repercusión al presentarlos en la última edición de Puro diseño?
La reacción fue muy buena, a la gente le gusta mucho el producto, le llama la atención desde distintos lugares. A las mujeres les toca desde lo sentimental, desde lo original de pensar que un elemento que siempre fue de hogar llegó a ese punto de realidad tan lejano al original, y en los hombres generó mucha aceptación al pensar desde el trabajo manual, desde lo “fierrero”. En ambos casos desde la sorpresa, la gracia. Diría que casi un 95% son buenas repercusiones y el restante 5% a lo mejor no lo entiende o no le llama la atención pero, casi en su totalidad, son respuestas y reacciones más que favorables.
¿Qué otros elementos has usado para reutilizarlo como otro objeto?
Como elemento fuerte Cultura Mono tiene esta lámpara velador, anteriormente trabajé con corchos, hacía cuadros con procesos intervenidos. Acá pueden ver la web de Cultura Mono.
¿Qué es #loqueva?
Siempre trabajé para poder crecer, para poder desarrollarme en forma independiente, trabajar para uno, desde una creación propia, ganarle a las empresas quemadoras de gente, matar a las oficinas maltratadoras. Me importa vivir con otros gustos, disfrutar de todo, del desayuno y la ducha del primer momento del día hasta la pausa de que te visite un amigo apoyando el proyecto, que venga con ideas y probar. Disfrutar de poder trabajar en un ambiente de armonía y música, donde el tiempo se frena, donde es ese lugar el que te aloja. Quiero poder vivir bien sin un jefe más que uno mismo. Poder tener tiempo para disfrutar con amigos y fundamentalmente que mi viejo y mi vieja vean que de su propio esfuerzo indirectamente su hijo le haya ganado a lo impuesto. Deseo vivir cómodo, disfrutar de cada momento y poder tener solvencia económica.
Dónde encontrarlo www.facebook.com/cultura.mono
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