Maria Becerra hizo historia con el primer show 360° del Monumental ante 85.000 fans

Con entradas totalmente agotadas, Maria presentó el universo completo de QUIMERA en un espectáculo inmersivo que redefinió la escala de los shows en Argentina. Una puesta circular inédita, invitados sorpresa y una narrativa por alter egos marcaron una noche vibrante y decisiva para la música nacional.

Anoche, Maria Becerra reescribió las reglas del vivo en Argentina. Ante 85.000 personas y con entradas completamente agotadas, presentó la primera de sus dos funciones en el Estadio River Plate con un formato inédito: el primer show 360° en la historia del Monumental y el más grande de la historia del estadio. Un escenario circular que transformó la relación artista-público en una experiencia envolvente, cercana y lúdica, inaugurando un capítulo nuevo para los grandes espectáculos del país. En su tercer River —un hito que ninguna otra artista mujer argentina ha alcanzado— Maria consolidó su lugar como una figura imprescindible de la música latinoamericana.



El ambiente se encendió desde el primer segundo. Con el público rodeándola desde todos los ángulos, Maria apareció en el centro del escenario y la multitud respondió como un solo cuerpo. La dinámica del show, sostenida por giros constantes, cambios de ritmo y una cercanía física que pocas veces se vive en un estadio, convirtió la noche en una travesía emocional. Cada pasaje, cada silencio, cada estallido de intensidad reforzó esa sensación de estar viviendo algo irrepetible.

El corazón de la puesta fue, sin dudas, el universo de QUIMERA. La narrativa del álbum —con sus alter egos Shanina, Maite, Gladys, Jojo y la faceta más íntima de Maria— tomó forma dentro del estadio en una estructura dividida por mundos, estéticas y climas propios. Entre actuación, coreografías milimétricas, cinco cambios de vestuario y más de 70 personas en escena —entre bailarines, performers y coristas— el público se sumergió en una historia viva. Cada alter ego imponía un estilo distinto y el escenario 360° potenciaba esa idea de cambio constante.



Shanina fue la encargada de abrir la noche como solo ella podía hacerlo. Ramen para dos, la canción que le dio vida al universo QUIMERA, sonó en en River, y entre el ruido ensordecedor de los fans Paulo Londra se subió al escenario para encender el primer gran momento del show. En este tramo, Shanina no solo completó su trilogía (con Infinitos como el mar y Hasta que me enamoro) sino también sumo clásicos de la discografía de Maria como Ojalá y Cuando hacemos el amor.

Luego fue el turno de Maite, que recibió en escena a Abel Pintos para interpretar una versión única de Recuerdo que nunca existió, llevando al estadio a uno de los pasajes más sensibles de la noche y elevando al máximo el mundo emocional del personaje. El segmento continuó con Corazón vacío y Mi debilidad, y fue coronado con la participación de Tiago PZK en Entre nosotros, acompañados por una puesta performática que revolucionó al público.

La energía cambió por completo con la llegada de Gladys, y el estadio se transformó en una fiesta inmediata. No solo cantaron y bailaron las 85.000 personas presentes, sino también la familia de Maria, que se sumó al escenario para vivir ese tramo como un verdadero encuentro de barrio. En medio del clima festivo, Ariel de Ráfaga apareció para protagonizar uno de los instantes más celebrados de la noche con un medley de Mentirosa y Adiós.

Pasadas las 22:00 horas fue el turno de Jojo, que encendió el Monumental con su energía y una entrada épica que dejó en claro que no necesita presentaciones. Acompañada por sus amigas, se adueñó de la escena con un desfile cargado de estilo, personalidad y soltura, preparando el terreno para uno de los momentos más explosivos del segmento con Hace calor, que puso a bailar a todo el estadio.

Tras un impactante show de fuegos artificiales llegó el momento final con Maria. Cada uno de los alter egos de QUIMERA fue presentado por una voz en off a cargo de Gabriel Rolón, quien se encargó de narrar y unificar los distintos arcos emocionales del universo hasta desembocar en la faceta más íntima de la artista.



En este bloque, Maria invitó al escenario a TAICHU para interpretar Pierdo la cabeza. También se pudo escuchar Romantica, el Bonus Track de QUIMERA que se estrenó esta semana.

El cierre quedó en manos de una actuación íntima y emotiva, con Maria y J Rei cantando Mi amor:. En medio de una performance que los llevó a volar por encima del escenario 360° de River, mientras miles de fans coreaban la canción mientras levantaban carteles, sellando uno de los finales más conmovedores de la noche.

Anoche fue solo el comienzo. Este sábado, Maria regresará al Monumental para completar su seguidilla de dos shows 360°, alcanzando su cuarto River Plate y reafirmándose como la única artista mujer argentina en conquistar este hito. Un fin de semana histórico que sin dudas quedará escrito en la memoria colectiva y confirma el impacto cultural, artístico y emocional de una artista en su mejor momento.

Para más información acerca de Maria Becerra, visita su página web www.mariabecerra.live

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