A los 26 años Federico Popgold, o simplemente POPGOLD como se lo conoce en Instagram, se sumó al equipo de los que no sabemos qué es trabajar… o en verdad, de los que disfrutamos tanto de nuestro trabajo que no sentimos que sea una obligación sino un disfrute constante.
Y el disfrute de Popgold pasa por la fotografía y los retratos, vivir inspirado, desarrollar la creatividad y romper conceptos establecidos, para divertirse y salir de la monotonía.
Cansado de la rutina en la oficina y con una necesidad de materializar su costado más creativo, se anotó en un curso corto para aprender a usar una cámara réflex. Abrió una cuenta de Instagram, comenzó a subir fotos que le sacaba a sus amigos, y con el tiempo fue invirtiendo en equipos y luces, para así sacar fotos más profesionales a modelos por intercambio (modelo necesita foto y fotógrafo necesita modelo para retratar).
Su contenido nuevo y diferente, le fue generando un buen número de seguidores, lo que lo potenció a exponer aún más su trabajo, ahora con actores, actrices, youtubers y músicos como Franco Masini, Grego Rosello, Connie Ansaldi y hasta Cazzu, la cantante de trap más famosa del país.
¿Qué estudiaste y a qué te dedicabas cuando empezaste a sacar fotos?
Soy licenciado en marketing. Toda mi vida tuve una dicotomía entre lo normativo y lo artístico. Números o arte. Ciencia o cámara de fotos. De hecho, trabajé en una de las empresas más grandes del país al mismo tiempo que empecé a sacar fotos y me divertía ese equilibrio extraño. La doble vida: de día camisa y corbata y después de las seis de la tarde, jean roto y buzo hasta la rodilla.
¿Qué buscas mostrar con tus imágenes? ¿Cómo definirías tu estilo?
Lo mío son los retratos, sin dudas. Me gusta poder elaborar conceptos nuevos y diferentes para cada persona que tengo que fotografiar. Y hasta prefiero conocer algo de esa persona antes de la sesión, para poder armar algo que tenga sentido y sea fiel a ella. Me aburriría si tuviera siempre la misma fórmula y la aplicara a todas mis fotos. Por eso mi Instagram es un poco un quilombo: mezclo colores, luces, conceptos, estilos. No me importan mucho las normas que te enseñan en los cursos de fotografía ni de estilismo. Por eso a veces discuto con Ailin, mi productora. Yo soy muy volado y ella es más bajada a tierra. Pero en definitiva así son mis fotos y así definiría mi estilo: un quilombo entretenido.
¿Cómo comenzaste a sacar fotos a influencers y celebrities? ¿Cómo fue el proceso?
Se dio de una forma natural, no lo busqué, pero una vez que empezó a darse lo incentivé. La realidad es que yo, y como todos los fotógrafos cuando empiezan, empecé sacándole fotos a mis amigos. Al poco tiempo me compré mi primer lente fijo: un 50 mm 1.4. Y me cambió la vida. A partir de ahí empecé a contactar gente que quisiera posar para mí: algunos conocidos de la infancia que seguía teniendo en redes sociales, etc. Por suerte la gente se copó y mi Instagram fue creciendo. Una persona fue llevando a otra; fotografié a varios modelos freelance de Instagram super copados que me fueron abriendo cada vez más puertas. Al no trabajar para una agencia y no tener absolutamente ningún contacto, fue un camino difícil. Pero como te digo, a medida que mi cuenta de Instagram crecía y trabajaba con más personas, iban llegando nuevas oportunidades. Así llegaron personas como Srta Bimbo, que es una genia y se re copó cuando le propuse un concepto para hacer fotos. O Franco Masini, que también se copó en seguida. Bueno, y obviamente Cazzu, que es sin dudas una de mis personas preferidas con las cuales trabajar.
¿Dónde encontrás tu inspiración? ¿Quiénes son tus referentes?
Vivo inspirado. Sé que suena como un cliché, pero me pasa de ir en el bondi mirando por la ventana e imaginando como quiero que sean mis próximas fotos y con quien. No le pongo límites a mi imaginación. Soy de inspirarme mucho en artistas musicales: veo muchos videoclips y disfruto mucho toda la propuesta visual y estética que se propone hoy en día en el ambiente musical. También crecí leyendo Harry Potter como un demente, si eso no te despierta la imaginación no hay nada que lo vaya a lograr.
Tengo varios referentes en la fotografía: el primer fotógrafo que me voló la cabeza fue Guy Bourdin. Es francés. Hace unas cosas increíbles, su propuesta visual es realmente admirable. También me fascina David LaChapelle. Es el Michael Jackson de la fotografía. Su arte respira pop. Me vuelve loco. También sigo mucho a Terry Richardson, a Mario Testino y de la escena local a Gabriel Machado.
¿Cuál creés que ha sido tu evolución en este tiempo?
Creo que hasta el día de hoy sigo siempre probando cosas nuevas y eso es lo que más me divierte. Dejé de darle bola a los manuales que te dicen como sacar la foto perfecta y empecé a hacer lo que se me canta. Buscando divertirme y siempre improvisando mucho. Creo que esa es la clave también: la impronta de un fotógrafo se ve mucho en la improvisación. Y es muy difícil animarse a improvisar, por el miedo al fracaso. En base a mi propia experiencia, a mi me parece que es super enriquecedor.
¿Cómo te ves en los próximos 5 años?
La verdad, me veo trabajando en alguna revista de moda y dirigiendo videos musicales. También dando clases y workshops, pero no de técnicas fotográficas sino de las cosas que no te enseñan en ningún curso: qué indicaciones darle a un modelo, qué pasa realmente en el momento de hacer la foto, con qué problemas te encontrás, por ejemplo. También quiero abrir un canal en YouTube, no exclusivo de fotografía sino de interés general. Voy a mostrar lo que quiera cuando quiera, sin normas. Como me divierte a mí.
