Buena comida, buena música, buen clima y buena bebida son factores que combinados conforman a Santos Vega, el primer draught bar de la Argentina. ¿Qué significa? Que los tragos son tirados desde un sistema de canillas, asegurando el sabor perfecto e idéntico en cada uno de ellos. Así como leíste. Dicho sistema de canillas le ofrece al cliente la posibilidad de repetir el cocktail sin importar qué mano mágica lo despache, ya que el equilibro en cada uno de los ingredientes hace que tenga siempre las medidas perfectas. Demasiado tentador como para no probarlos.
Primero lo primero: Santos Vega está emplazado en el interior de un edificio, por lo que si pasás por la puerta es probable que no te percates de su existencia. Al ingresar, un mini bar funciona a modo de recepción para pasar al salón principal, donde la extensa barra se erige a la izquierda y un salón VIP se ubica en el primer piso. De fondo, se luce un escenario en el que de jueves a sábados se presentan conjuntos de blues, rock y funk, y los domingos las noches son exclusivas de jazz. Luces tenues, mesas pequeñas y una decoración vinculada a la música completan la ambientación.
Comenzamos con los tragos tirados: el London Calling (Pimm’s, te earl grey, mix de frutos rojos) y el Irish Shepherd (espumante, Tullamore Drew, Heineken ginger beer, especias, aperol), ambos ideales para romper el hielo e ir picando algo. La primera elección culinaria fue uno de los mayores aciertos de la gastronomía porteña: mollejas grilladas en manteca, crema de papas y pebre (concasse de tomate, ají, cebolla colorada, ralladura de lima, aceite de girasol y vinagre). ¡Un lujo! La porción es abundante de verdad, no como esos que te anuncian que te llenás y tenés que pedir otro plato para compensar. La verdad que las rabas (con palta en láminas, salmón ahumado fino y alioli nero di sepia) nos dejaron más que satisfechos pero como ya habíamos encargado los platos principales, hacia ellos nos dirigimos. ¡La bardeamos! Por un lado, pizzetas con cebolla colorada, puerro, muzarella y queso brie y por el otro, pastel de ternera (bolognesa de ojo de bife, puré de papas y hierbas con salchicha parrillera, gratinado con queso fontina). Una delicia, sinceramente, un manjar. Pero tomen nota: si dos personas comparten una entrada y un plato principal alcanza y sobra.
Buena música, buena bebida, buen clima, buena comida y buenos precios. ¿Qué más necesitás para descubrir Santos Vega? Andá ahora, antes de que lo conozcan todos tus amigos.