Durante más de una década, el fotógrafo Jonathan Higbee ha recorrido las calles de Nueva York con una cámara en la mano, detectando extraordinarias yuxtaposiciones y momentos inusuales en los que el mundo se alinea por una fracción de segundo frente a su lente.
A veces se las arregla para borrar por completo los límites entre las imágenes manufacturadas que se encuentran en carteles o letreros que contaminan las calles de la ciudad y captura transeúntes anónimos que parecen vivir en una realidad alternativa.
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