Las citas de cuentos y novelas trazadas con delicado pincel. Los retratos en Buenos Aires y París, las fotos de sus mujeres y las de sus mascotas (Teodoro y Flanelle). Las mesas porteñas con tapa de fórmica y las otras, parisinas, con disco de mármol. Una rayuela a color, la pintura de René Heisecke y dos murales del artista plástico Ricardo Villar. Y sus libros, claro.
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Así es la composición de Café Cortázar, esquina cronopia, espacio literario y refugio musical. Por encima de una tipografía de máquina de escribir (la misma que dibujara tantas historias memorables en su Olivetti Lettera 22), la mirada de Julio Cortázar ilustrada por el arquitecto y artista plástico Horacio Spinetto espía con alegre curiosidad.
El edificio se estrenó en 1898: durante sus años jóvenes, la casa del primer piso convivía con el almacén de ramos generales de la planta baja. A mediados de siglo XX se transformó en la carnicería “Don Vichi”. Más tarde llegó la pizzería “Doña Clota” y, por último, el bar “Pablo’s”, en funcionamiento hasta hace dos años. Café Cortázar reinventó la esquina de Cabrera y Medrano con un deseo: celebrar al Cronopio Mayor a través de placeres sensibles, que se conjugan para hacer de la ficción una experiencia real. Encuentros de lectura, muestras de arte, presentaciones de libros y charlas abiertas serán algunas de las actividades culturales que buscarán explorar la vida y obra de Julio Cortázar.
Algunas especialidades de Café Cortázar
Picadas · Tortillas · Sandwiches
Platos calientes · Panes caseros
Cerveza artesanal · Vinos· Aperitivos
Cabrera 3797 · 4863-2120
Domingo a jueves de 8 am a 2 am
Sábados y domingos de 8 am a 4 am
www.cafecortazar.com.ar