Matías Varela o como lo llamaremos de acá en adelante, Dozer, llega un poco más tarde de lo pactado al encuentro, pero apenas entra saluda uno por uno a todos y pide perdón medio entre risas porque viene de la peluquería: “primera vez en mi vida” dice, mientras se acomoda el flequillo ahora rosa. Con la misma humildad que reconoce nunca haberse hecho nada en el pelo, habla, se mueve y rapea, siendo tan auténtico detrás de cámara a como se lo ve arriba de un escenario o en los videos en YouTube que suman millones de reproducciones. ¿Pero quién es Dozer, vigente campeón de Red Bull Batalla de los Gallos en Argentina y padrino de UNICEF? Y ¿Qué lo hace diferente al resto de miles de pibes y pibas que rapean todos los días en nuestro país?
¿Cómo fueron tus primeros años? Tu infancia, adolescencia, hasta que llegas al rap.
Los primeros años viví en Don Orione, Claypole, y ahí estuve hasta los quince o dieciséis. De ahí me fui a Longchamps, y ahí empecé en el 2004, que no estaba el rap ni las batallas de moda, nada, y ahí arranqué. Me empecé a meter en los trenes, fui a rapear a la costa porque me invitó un amigo que es el Rapero del Tren, él me llevo allá y me bautizó como artista callejero. Y después de la costa volví para acá, y volví a rapear en los trenes y en los subtes.
Dozer estuvo presente en la escena del freestyle y del rap de Argentina durante quince años, y lo sigue estando, pero su nombre no figuraba entre los máximos exponentes del país y casi nunca era uno de los favoritos a quedarse con las competencias. Lo que siempre lo destacó fue su forma de rapear y las temáticas que utiliza, en algo se puede denominar como “rap conciencia” o de reflexión. Pero lo que claramente es su sello distintivo en la escena local es su fe confesa hacia Dios y Jesús, ya que siempre manifestó ser creyente y nunca lo ocultó, incluso en las batallas de freestyle donde se lo buscaba “atacar” con eso, y él respondía con sus argumentos. Incluso cuenta que muchos fieles se sorprendieron al verlo ganar la final nacional de Red Bull Batalla de los Gallos el año pasado “nadie sabía que alguien que defiende a su fé podía estar ahí, nadie lo sabía, y de hecho yo tampoco”
¿En algún momento te planteaste dejar de competir porque sentías que eras un sapo de
otro pozo?
En un momento competí contra Mks en una semifinal y un chico me tiró una cruz en la cara mientras estaba rapeando, y le respondí de la calentura: “¿Cómo me vas a tirar esto, el respeto no lo falto, me tiraste una cruz y esta cruz yo la levanto en alto”. Y ahí lo empezaron a bardear al pibe todos los amigos, pero para la gente es un chiste, todo un show. A la vez es un show que te termina repercutiendo porque la gente se mete en tu vida personal, quiere opinar, “para mi tienen que hacer esto”, y no saben cómo te sentís vos ahí. Yo en ese momento me sentí re solo, sentía que no le podía pedir consejos a nadie y que no tenía ningún hermano, porque todos tienen sus vidas, y era el único que estaba ahí. Creo que la soledad que sentí en ese momento la he sentido pocas veces, a los pibes no les podía pedir consejos porque no estaban peleando por la misma causa que yo, porque ellos estaban haciendo sus shows o batallando, y me sentía muy solo.
Hoy en día el trap está en boca de todos, un género musical que en estos últimos dos años
eclipsó la escena de la música urbana de Argentina, con representantes que suenan por todo el mundo. Y es conocida y repetida la historia de los orígenes de estos chicos y chicas que empezaron compitiendo en plazas, para luego dar el salto hacia sus carreras musicales, la gran mayoría como traperos. En el caso de Dozer la proyección fue algo similar, ya que estuvo compitiendo en batallas durante mucho tiempo y ahora comenzó a ocuparse más de su carrera musical “cuando salí campeón en Red Bull dije “bueno, ya cumplí mi sueño ¿ahora qué hago?” y yo quiero seguir creciendo, eso es lo que me gusta”.
Pero, así como en las batallas de freestyle Dozer se diferencia del resto de sus compañeros y mantiene un estilo muy especial, donde intenta no recurrir a insultos, al chiste fácil, a las discriminaciones para ganar batallas, también busca lo mismo para su música. “Este año entendí que lo que hago tiene valor, y eso me hace posicionarme de una forma diferente, darme valor a mí mismo y entender que eso es re importante”. Más allá de lo que podría haber sido el “camino fácil” Dozer no se pegó al boom del trap y comenzó a trazar su propio camino, con un mensaje auténtico y letras que no se parecen a las que hoy se escuchan todos los días.
En tu tema “Estoy preso” decís “que pienso de youtuber y trapero, que venden un mensaje horrible a cambio de hacer dinero” ¿Qué te genera la escena del trap argentino de hoy en día?
Me siento identificado porque los pibes me caen re bien y tenemos re buen trato, pero también entiendo que ellos no se lo esperaron. Ellos fueron a hacer un tema y a la gente le gustó, tampoco la gente tenía justo música argentina actual, entonces pegó. Yo no lo voy a juzgar, porque no soy quien, para juzgar a nadie, pero también entiendo que el mensaje no me gusta. Más allá de que haya respeto, el mensaje es muy diferente, y yo voy contra ese mensaje. Pero es marcar la diferencia, es decir vos me caes bien pero lamentablemente lo que haces va en contra de lo que yo hago, siempre tiene que haber un choque por mas buena onda que haya.
Y respecto del título ¿te sentís preso de algo?
No me siento preso en la vida, creo que ahora tengo una libertad muy fuerte por el hecho de que ahora le estoy dando mucho valor a mi música, pero no solo por eso. Creo que no hay nada peor que sentir que algo te limita, porque sentís que podés dar más o sentís que podés avanzar, pero no podés hacerlo porque que algo te limita. Yo me sentía preso por la iglesia, porque viste que la iglesia a veces nos limita, porque, así como para mí es muy buena y lo más puro que existe también puede ser un arma de doble filo porque puede lastimar a las personas entonces fue un llamado de atención. No porque yo me crea mejor, sino porque yo fui preso de eso.
Desde principio de año que viene con mucha más actividad musical con cuatro singles nuevos, uno de ellos “Epiconscience” que rompió el récord mundial de mayor cantidad de palabras en una canción: 2147 en 6:56 minutos. Muy seguro en cuanto a lo musical, pero no así con las batallas de freestyle “lo voy a ir viendo, no quiero tomar una decisión y ser sensacionalista, yo quiero hacer lo que realmente me convenza y me llegue más al fondo que la emoción”. Más allá de esto en estos últimos meses estuvo compitiendo, viajando al exterior como invitado en algunos eventos y participando de las exhibiciones de Red Bull en el Lollapalooza de Argentina, y preparándose para la final nacional de Batalla de los Gallos de este año que lo tendrá como defensor del título.
Pero una de las mejores cosas de este año para Dozer fue haber sido nombrado padrino del concurso de Rap Digital de UNICEF que busca concientizar sobre ciberbullying, grooming y sexting entre jóvenes y adolescentes. Dozer participará también como jurado eligiendo los mejores videos que apunten concientizar sobre los riesgos del mundo virtual y traten sobre la ciudadanía digital. Si bien Dozer no ha utilizado explícitamente estas temáticas en sus temas o durante sus batallas, su recorrido y el énfasis con el que combate la discriminación y el bullyng, hacen que la elección de UNICEF esté justificada.
PING PONG LOQUEVA:
-Un disco o álbum: 8 Mile de Eminem
-Un artista para un feat: Paulo Londra, Lit Killah, Cacha, Vico C
-Un escenario en un festival de música: Vico C, Kodigo, Eminem, Paulo Londra, Duki, Lit Killah, Cacha, Sony
-Un país o ciudad que gustaría que la música te lleve: Suiza o Tokio
-Una comida: camarones
-Una película o serie: Hachiko
-Un artista para ir a ver un show: ahora iría a ver a todos, porque estoy tan involucrado que quiero agarrar cosas de todos los que pueda