Los uso desde hace años y doy fé que por más que los rockees, no se rompen. Tan cómodos como fuertes y resistentes, con esa suela zarpada que incluye una exclusiva suspensión neumática con amortiguación de aire llamada Bouncing Soles o suelas rebotantes, los Dr. Martens son una verdadera fiesta para tus pies. No sólo sentís que pisás fuerte y te llevás el mundo por delante sino que además, y no es un detalle menor, son híper confortables.
Las primeras botas desarrolladas por el doctor alemán Klaus Martens salieron el 1 de abril de 1960, con diseño rojo cereza, cuero de Napa y ocho ojales para meter los cordones. Eran populares entre carteros, policías y obreros de fábricas.
A fines de los ’60, los skinheads y bandas callejeras convirtieron a los borcegos en su seña de identidad. Ya en los 70, se hicieron populares entre grandes británicos del punk y del rock como Sex Pistols o The Clash. Y años más tarde otras subculturas, como el movimiento Grunge de Seattle y artistas como Kurt Cobain o Eddie Vedder, hicieron de los Docs su calzado habitual.
Martens creó este revolucionario borcego el final de la Segunda Guerra Mundial. Al lesionarse el tobillo cuando esquiaba en los Alpes bávaros, se dio cuenta de que sus botas estándar del ejército eran demasiado incómodas para el pie herido. Mientras se recuperaba, proyectó mejoras para las botas, con cuero flexible y suelas con aire.
A lo largo de la historia Dr. Martens ha sido adoptada y alterada por un sinnúmero de personajes rebeldes, subculturas y tribus. Es elegida por aquellas personas que se destacan entre la multitud por su estilo propio y único. Para muchos de ellos, el camino de búsqueda de su voz propia, ha estado siempre acompañado por un par de Dr. Martens.
Por primera vez en Argentina, Dr. Martens celebra a estas personas de libre pensamiento, desde los que la usan por primera vez, hasta aquellos que han estado con la marca desde siempre, y los espera en su tienda ubicada en el segundo nivel de Alcorta Shopping, adonde están todos los modelos que encontrarías en Londres o París.
Si estás en una compu, tranquilo!, estas personas tienen pies y cabeza, clickeando en la galería los ves enteros y con buenos Martens.