Durian: Marca vegana que experimenta la fusión entre la sastrería clásica y los tejidos artesanales

Por Mateo Cianfoni

Morfologías minimalistas, sastrería sofisticada, elegante y atemporal. La experimentación de texturas artesanales y la paleta de color vibrante, acompaña lo clásico de la sastrería dándole un estilo innovador. Charlamos con Ludmila Chinnici sobre el crecimiento de su marca vegana, el proceso de crear colecciones, su visiòn creativa, la nueva etapa que se enfrenta en Barcelona y más.

Ella es artista multidisciplinaria y diseñadora de Indumentaria, nació en Buenos Aires, Argentina en 1996. En 2014 comenzó su camino dentro del mundo de la moda estudiando en la Escuela Argentina de Moda y trabajando en marcas de diseño de autor, donde pudo reconocer su talento para ejecutar ideas desde lo artesanal.

En 2019 crea su proyecto personal, Durian, una marca vegana que logra destacarse por sus texturas y su paleta de color vibrante, haciendo énfasis en la sastrería y en los tejidos desarrollados a mano y medida. Cuando no está con los hilos y las tijeras, disfruta de la música electrónica en su proyecto como DJ. Actualmente se encuentra mudándose a Barcelona con el fin de seguir expandiendo su talento por el mundo.

¿Pasaste por muchos trabajos antes de crear tu propio proyecto?
Sí, pasé por varias marcas de indumentaria. Cuando terminé el colegio decidí introducirme en el rubro, así que empecé a trabajar como vendedora en un local de Flores, mientras estudiaba diseño de indumentaria. Luego de unos años hice un cambio 360 y tuve la oportunidad de trabajar en el área de diseño en una marca más “slow fashion” (Nous Etudions) donde aprendí casi todo lo que sé. Estos dos trabajos fueron muy claves para entender de qué va la moda en Argentina. Como que ese contraste de una marca mayorista de Flores y una marca de diseño de autor hizo que yo sepa qué quería hacer en mi futuro si decidía tener un proyecto personal.

¿Con qué fundamentos/bases creaste Durian?
Si hablamos de estilo, desde un principio supe que quería crear piezas atemporales pero innovadoras, que no pasen de moda y que el usuario pueda atesorar a lo largo del tiempo. Morfologías minimalistas, sastrería sofisticada, elegante y atemporal. La experimentación de texturas artesanales y la paleta de color vibrante, acompaña lo clásico de la sastrería dándole un estilo innovador.
Si hablamos de visión, es que pueda ejecutar todo esto de una forma amable para el medio ambiente y los animales. Es por eso que elijo trabajar con materiales sin crueldad animal, y a la hora de producir le doy importancia a lo artesanal y exclusivo, produciendo copias muy limitadas.

¿Qué implica ser una marca de ropa vegana hoy en día en Argentina?
Ser una marca vegana en Argentina significa estar atenta a la hora de elegir materiales, los cuales no tienen que ser de origen animal. Es decir, ni lana, ni cuero animal, ni seda. En sí, ser una marca vegana no es difícil. El desafío real es ser sustentable.
Lo que sucede es que, por ejemplo, a mi me gusta la textura del cuero, pero el sintético es de muy mala calidad, por ende, es un género que no uso. Es por eso que una gran meta de Durian es poder utilizar cueros biodegradables a base de plantas, una tecnología textil que hoy en día existe pero que no abunda, y en Argentina es un poco más difícil. .

Durante todo el recorrido de lo que conlleva la realización de una prenda, ¿Hay algún proceso que se te haga tedioso?
Yo creo que depende. Como el 50% del proceso de creación de una prenda lo hago yo, digamos que hay momentos en donde me gusta más hacer una cosa y momentos en donde me gusta más otra. Dentro de lo posible intento ser fiel a lo que genuinamente tengo ganas de hacer, pero no siempre está alineado, como todo trabajo. Si hay algo que con el tiempo decidí delegar son los moldes. Eventualmente me surge la inspiración y tengo que correr en búsqueda de lápiz y papel, pero por lo general tardo demasiado en hacerlos, entonces es más práctico tercerizar. No es que no me guste, sino que prefiero otras cosas, como por ejemplo los ítems de red macramé que los hago con mis propias manos y de hecho, disfruto mucho hacerlos.

Estos items artesanales de red tuvieron mucha demanda en el último tiempo y vimos por redes a grandes personajes usándolos. ¿Cuál fue tu motivación para explorar estas morfologías? ¿Actualmente andas investigando nuevos formatos?
La historia de esta textura es muy graciosa, porque fue casi un accidente. Tenía lista la primera cápsula de Durian, a una semana de la primera producción de fotos. Como el nombre Durian viene de una fruta exótica de Asia, y el mismo proyecto tiene como filosofía el veganismo, quería mostrar esta idea de forma directa mostrando frutas y verduras en la campaña. Entonces busqué desarrollar una bolsa de frutas, y en esa búsqueda sin querer encontré una textura que tranquilamente podría ser un top, un collar, un vestido, un pantalón! Y creo que esta es la parte más divertida, donde estás jugando y descubriendo desde la espontaneidad.

A mi siempre me gustaron las texturas en repetición, la creación artesanal de las mismas te lleva a un estado meditativo y verlas generan algo óptico. Así que este tejido me vino bárbaro para terminar de encontrar el diferencial que a mi parecer le estaba faltando al proyecto. En esta nueva era, donde todo el contexto es diferente y muy inspirador, estoy en búsqueda del próximo nivel de evolución. Tengo muchas ganas de experimentar con otras estructuras y materialidades, siempre usando la repetición como medio para crear una textura.



Contanos un poco sobre el desarrollo de la última cápsula.
Siempre interviene muchísimo lo que estoy atravesando personal y espiritualmente. Lo positivo de una campaña es que podés crear un universo mucho más penetrante que solo con las piezas de vestir. Digamos, ellas mismas cuentan una historia pero solo una parte.
En el caso de “The Awekening”, la última cápsula, me inspiré en “La Novela Revelación”, una novela que me acompaña desde hace varios años y la había vuelto a leer hace poco. En esta novela el personaje principal relata su despertar espiritual donde comienza a ver la energía de la naturaleza, y cuanta más belleza ve más eleva su vibración.
Entonces al elegir el concepto de la cápsula pensamos que estaría bueno recrear esta escena. Si o si tenía que haber naturaleza, así que fuimos a un jardín japonés en Escobar (Vivero Hisaki), que en verdad es un templo sagrado lleno de plantas y naturaleza divina, que simuló ser un paraíso o cielo donde el personaje, como en la novela, experimentaba el despertar espiritual. Por otro lado, estaba siendo muy inspirada por el mundo Fungi. Entonces los accesorios y las morfologías de las prendas imitaron la silueta redonda que caracteriza a los hongos.

A medida que el proyecto va cobrando magnitud el equipo crece, ¿Cuáles son tus fieles aliados a la hora de trabajar?
Un fiel aliado y diría que gran mente dentro de este proyecto es Lean Frutos, fotógrafo, productor y gran amigo que me ayuda a bajar todas mis ideas y las hace imágenes alucinantes. Creo que se nos hace fácil y cómodo trabajar juntos porque compartimos una misma visión, además de que tiene un talento increíble.
Otros pilares grandes que impulsaron mi crecimiento fueron PMstudio, y DartHaus, dos “concept store” de diseño y arte que están en constante movimiento y funcionan como conectores con otras marcas, con los que terminás haciéndote amigas y trabajando en equipo, es muy divertido.
No quiero olvidarme de mis talleres de confianza, Saul y Antonio, las personas que confeccionan las prendas de Durian desde los comienzos y lo hacen a la perfección.

Este mes de marzo arrancaste una nueva etapa en Barcelona, ¿Qué desafíos sabes que se te van a presentar?
Creo que lo más desafiante va a ser echar raíces en un lugar completamente nuevo para mí. Digamos que acá en Buenos Aires ya tengo cuatro años de trayectoria hecha, ya conozco el mercado y como funciona todo, desde proveedores hasta mi público. Pero emprendo esta aventura para aprender de ello.

¿Qué proyectos de allá seguís de cerca?
Proyectos de marca, Paloma Wool me gusta mucho su estética super clean. Pardo Hats me encanta también, proyecto de Sol Pardo, diseñadora argentina que vive en España y desarrolla accesorios tejidos muy lindos. Luego tiendas estilo concept store: Roua, Labels Room, Rowdy, Vasquiat. Me gustan porque hacen una curaduría de marcas de diseño de autor super interesantes.

¿Cuál es tu mirada sobre el mercado europeo?
Yo creo que no debe ser muy diferente a lo que conozco. Puedo estudiar muchísimo pero hasta que no esté allá no voy a saber. La verdad es que voy a dejar sorprenderme.

Mirando hacia el futuro, ¿Qué tipo de colaboraciones te gustaría cumplir?
Me encantaría hacer una colaboración con alguna marca de joyas o de zapatos, que de hecho puede suceder en un futuro cercano. Si me preguntás a qué super famosa me gustaría vestir, la primera que se me viene a la mente es Rosalía, obvio.

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