La propuesta de Microteatro ya es un éxito mundial y en agosto hace su debut en Buenos Aires, para romper con la clásica salida al teatro tal como la conocemos los porteños.
En un mismo espacio ubicado en Serrano 1139 casi esquina Córdoba, en Palermo, abren seis salas teatrales de 15 metros cuadrados, con obras de teatro de 15 minutos para 15 espectadores como máximo, y el tentador Bar QUINCE con un menú original de la alta cocina urbana y el sello del reconocido Federico Fialayre (Tomo 1).
Microteatro llega de la mano del productor de cine Pablo Bossi (Patagonik Film Group y Pampa Films) y de la actriz y productora Julieta Novarro. Marca el debut de Elena Roger, Mey Scapola y Shumi Gauto en la dirección teatral y entre los primeros artistas se confirma la presencia de Flor Torrente, Héctor Bidonde, Diego Corán Oria, Matías Mayer, Diego de Paula, Noralih Gago, bajo la minuciosa curaduría de María Figueras, María Marull y Mey Scapola.
En las seis salas de 15 metros cuadrados de Microteatro Buenos Aires, se presentan varias obras en simultáneo, programadas hasta en seis funciones diarias, de jueves a domingo. Cada función, de una duración máxima de 15 minutos está pensada para un público de 15 personas como máximo. La propuesta tiene carácter eventual, ya que las obras se mantienen solo un mes en cartel y tienen un mismo eje temático como denominador común. En agosto el tema de todas las obras es “Por dinero”.
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En Microteatro el espectador tiene el control y la libertad absolutos de armar el plan que más le plazca. Puede elegir tanto el tiempo que quiere pasar en el teatro, el número de obras que quiere ver, así como el precio, ya que cada función se abona de forma individual, y puede optar por subir a ver una obra con su pinta de cerveza o su copa de vino de Bar Quince. El ticket a una obra individual costará 70 pesos, habrá promos de 100 pesos por dos obras, y 150 para ver tres obras.
En el bar de Microteatro priman la materia prima, la carencia de lujo, y un scouting lúdico de Federico Fialayre por la ciudad, en busca de replicar los platos simples de la gastronomía urbana, pero con un sello evidentemente de alta cocina.