De pie frente a un Groove lleno, Nathy se quedó absorbiendo la energía de la gente. Abrazaba los aplausos y se frotaba el cuerpo con las manos, realizando una especie de fotosíntesis de buenas vibras. Una sala con las hormonas por el techo, pañuelos verdes en el aire y glitter por todas partes, la despidió con varias ovaciones mientras ella cerró diciendo que “estos momentos son rituales para el alma”. Y así se vivió.
Argentina, nacida en Luján, partió hacia España a los 10 años y allí se formó. Estudiante de comunicación audiovisual y teatro físico, y gimnasta artística por varios años, fue cultivando su pasión por lo escénico que hoy la lleva a sentir el escenario como su hábitat natural. Se foguea en una marea de estilos que oscila entre jazz latino, hip hop, rap, trap, con un poco salsa y blues. Quizás su condición de argentina en España y mujer cosmopolita la fue llevando a recoger ritmos, actitudes y giros idiomáticos españoles y de América Latina, para terminar configurando la Nathy que hoy rompe cualquier escenario que pisa.
En un Groove lleno que cantaba su nombre, Nathy se subió al escenario para desplegar todo su repertorio artístico una hora más tarde de lo programado, con un público que ya estaba prendido fuego. Puesta en escena, flow, dominio de la voz y movimientos latinos son las principales virtudes de ésta show women, pero el cómo conecta con la gente es quizás uno de sus puntos vitales. “¿Están listos para gozar mi gente?” decía the rial reina, mientras soltaba pasos de baile que nos hacían entrar en calor a todos los presentes
Estoy triste, Alabame, La Sandunguera fueron algunos de los puntos calientes del show, pero Nathy no se conforma solo con hacer sus temas, ya que su repertorio de skills va mucho más allá. Dejó en claro su habilidad y versatilidad en el dominio de la voz, cantando Bang Bang de Nancy Sinatra y How Many Mics de Fugees, pero gran parte de su fuerza la apoya en lo escénico. Es evidente la influencia del teatro físico y el dominio de escenario, y quizás definirla sólo como cantante sería injusto: se mueve, baila, gesticula, habla con acento latino poniéndose en el rol de la Sandunguera y de a momentos pareciera protagonizar un unipersonal.
Aunque haya sido la escena española la que nos la presentó, la argentinidad se le nota a kilómetros. Conectó con el público apenas puso un pie en el escenario y se retroalimentó de su energía en todo momento. La cancelación del tercer día del Lollapalooza 2018, y su debut en el país, debió haber sido una gran decepción para Natalia, pero quizás fue la vida que le jugó una mano en su favor. Luego del lanzamiento de su EP La Sandunguera ganó muchísimo terreno en la escena argentina, convirtiéndose también en la voz de muchas mujeres dentro del feminismo con su single Corashe, y en el marco de su gira por el país son seis los shows que hará (con todo sold out en Capital Federal).
Con Corashe cerró el show, en un emotivo momento de mucho agite, con el público saltando al ritmo de la base trapera del single. No se encasilla en ningún género, pero quizás queremos verla como nuestra nueva reina latina trapera que vino a revitalizar la escena su estilo único. Puede haber venido de España, pero Nathy Peluso es tan argentina como nosotros. Y como buena costumbre argenta, a pesar de recién haberla conocido, ya la sentimos nuestra.
