Jessica Trosman empezó trabajando esta colección presentada en la última edición de Designers Buenos Aires inspirándose en la obra abstracta temprana del artista Victor Vasarely y en los ensayos volumétricos de OskarSchlemmer. Así surgió un juego de contrastes visuales y cromáticos que dieron lugar a la paleta de este verano 2017, dividida en cuatro grandes grupos. Uno que explora el amarillo con toques de ocre, tierra tostado, negro y blanco; otro inspirado por el azul, el aqua, el verde esmeralda, el negro y el blanco, un tercero atravesado por los colores salmón, avena y bordeaux que remiten a los tonos del maquillaje, y un cuarto que incluye el rojo, el negro y el off white. Eluso de texturas foliadas en camperas gigantes y pantalones oversize aportan el brillo que reclama la colección, salpicando la paleta de plateados, cobrizos, verde mosca y azules metalizados.
El sello de la desfachatez y la modernidad no se escapan de esta temporada que esboza una mujer cómoda y suelta. Es aquí que el juego se expande planteando una colección lúdica que se plasma en chaquetas al cuerpo con volados generados en algodones y organzas, en el uso del lino de manera ya casi fetichista en pantalones amplios y volumétricos tops, y en los géneros camiseros mezclados entre sí y estampados con imágenes surrealistas que irrumpen de manera espontánea en las camisolas y vestidos veraniegos que completan este universo. Atravesando la colección encontramos un ingenioso recurso técnico que frunce y ajusta los volúmenes usando cintas cortineras que permiten adaptar la morfología de las prendas.
Infaltable el denim en el verano Notto be Understood, al que Jessica Trosman parece elevar al status de recurso infinito. No solo lo continúa llevando a lugares impensados, estampándolo y mezclándolo con algodones gris melange y lino, sino que traspone el lenguaje del jean a otras piezas, haciendo aparecer recursos como los pespuntes jeaneros en distintas prendas a través de la colección.