En el Congreso Mundial de Móviles de Barcelona Samsung presentó uno de los productos más esperados del año, el Galaxy S6 y su gemelo, el S6 Edge, que sin dudas ha sido toda una revolución en el encuentro que se desarollará hasta el jueves 5 y al que, se estima, concurrirán 90.000 personas.
Quienes pudieron probar los equipos luego de su presentación aseguran que las características de hardware son, en líneas generales, buenas, y que la novedad más importante de estos lanzamientos de Samsung se da en el plano estético.
En el nuevo Galaxy S6 y S6 Edge, equipados con 3GB de RAM DDR4, todo carga muy rápido, ya que tienen un chip Exynos de ocho núcleos, configurados cuatro para las tareas más pesadas y otros cuatro más modestos para acciones más sencillas y de bajo consumo energético.
La cámara del nuevo Smartphone es de 16 megapíxeles, tiene estabilización óptica de imagen y alta sensibilidad para hacer tomas con bajas condiciones de luz. Además, la cámara frontal permite hacer selfies bien iluminadas sin flash, y el autofoco con seguimiento, que sigue a una persona mientras se mueve, funciona muy bien.
Samsung mantuvo el tamaño de pantalla con 5,1 pulgadas de Super AMOLED para el S6, aunque ahora tiene una resolución de 2.560 x 1.440 pixeles y una definición excelente, propia de un equipo de alta gama. Y además abandonó el plástico y ofrece ahora un equipo con borde metálico que une dos planchas de vidrio. Así, el frente y la placa trasera están hechos en Gorilla Glass 4, especialmente diseñado para resistir rayones y caídas.
Con el nuevo diseño Samsung logra un equipo delgado (6,8 a 7 milímetros) y muy liviano (pesa de 132 a 138 gramos según el modelo), pero se pierde la batería removible para reemplazarla por una de 2550 mAh, el S6, y de 2600 mAh, el S6 Edge, con cuatro horas de uso con 10 minutos de recarga.
El nuevo aparato se venderá en abril se venderá a nivel mundial, y la compañía apunta a traerlo al país en junio, precedido por el lanzamiento demorado del Galaxy Note 4 que saldrá al mercado este mes.