The Kooks celebró la nostalgia en una noche increíble en el Luna Park

Por Christopher Martinez de Re Wired para loqueva

La nostalgia es un sentimiento tan único que a veces es difícil de transmitir sin haber logrado marcar una etapa en la vida de las personas, algo que sí logró The Kooks hace 15 años atrás cuando lanzó su disco debut, “Inside In/Inside Out”.

La banda británica se presentó anoche en el mítico Estadio Luna Park que brilló de emotividad y nostalgia ante cada una de las canciones de aquel álbum que marcó toda una era en el rock de los años 2000.

Las luces se apagaron y lentamente aparece Luke Pritchard de forma silenciosa y sencilla, para marcar el concepto del show: íntimo y especial.

Con una guitarra acústica comienza a tocar las primeras notas de “Seaside”, el primer clásico instantáneo de la banda.
Cuando termina la canción, el conjunto elige continuar con el orden original de “Inside In/Inside Out” y prosigue con la efervescente “See The World” para que la gente empiece a gritar, saltar y entrar en ritmo.

“Sofa Song”, “Eddie’s Gun”, “Ooh La” y “You Don’t Love Me” continúan en orden tal cual el disco, y es casi como que la banda vuelve al pasado con uno y te acompañan en aquel verano del 2006 donde compraste el CD de una banda que estaba británica que estaba creciendo de forma exponencial.

“Bad Habits” irrumpe el orden y nos da una de sus clásicos más recientes para luego presentar “Connection”, uno de sus nuevos singles.

Los corazones se preparan para uno de los temas más amados por el público, “Shine On”, que, con su solo de guitarra simple pero lleno de sentimiento, hechiza a cualquiera.

Con “Do You Wanna” el público vuelve a explotar y bailan al ritmo de “Do you wanna, do you wanna make love to me?” mientras algunas parejas se dejan llevar por la pasión de letra y se dan besos entre la multitud enérgica.
El break del show es con la hermosa “Junk Of The Heart”, otro de los clásicos de la banda de su tercer y personalmente considerado como el mejor álbum del conjunto.

Se van del escenario, apagan las luces por un rato y luego de unos minutos, vuelven con todo para dar las últimas 3 canciones de la noche.

Qué mejor canción para arrancar esta segunda parte que la poderosa y bellísima “Matchbox”, Hugh Harris saca todo el potencial de su Duesenberg Starplayer TV y ejecuta una de las mejores composiciones de su carrera. Sin dudas, la canción que todos esperaban llegaría al final de la velada que ya nos había dado un montón.

Luke, Harris y compañía se despiden con “Naive”, el clásico más grande de la banda y el público deja su último aliento en cada estrofa.

The Kooks en el Luna Park celebró la nostalgia, fueron una banda agradecida por todos estos años de apoyo incondicional y dieron un espectáculo grandioso aunque ahora tenemos otro recuerdo que quedará para siempre con nosotros.

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